El comportamiento de algunos migrantes albergados en hoteles en Nueva York está siendo cuestionado debido a varios reportes de los empleados.
Y es que, dentro de los hoteles se han reportado disputas domésticas y mucho desorden en las habitaciones de algunos migrantes.
¿Qué está pasando en los hoteles de Nueva York?
Con la llegada de más de 45 mil migrantes a Nueva York en los últimos meses, los migrantes han sido ubicados en albergues.
Sin embargo, por la gran demanda de personas que necesitan un refugio, se abrieron algunos hoteles que antes estaban destinados al turismo para que los migrantes tengan un lugar seguro donde quedarse.
Uno de estos casos es el hotel ROW en Time Square. Y justo en este hotel se dió una queja por el comportamiento de los inquilinos.
Y es que uno de los trabajadores denunció que en algunas habitaciones que él limpia encontró un desastre monumental.
Además del desorden encontrado en algunas habitaciones, también denunciaron haber escuchado disputas domésticas dentro de las habitaciones, como el caso de Odalys.
Odalys es una inmigrante venezolana que vive con su esposo y dos hijos, sin embargo, comentó que tuvo una discusión con su esposo en el hotel y los trabajadores llamaron a la policía alegando que el hombre agredió a su esposa.
Ante esta situación, el esposo de Odalys se encuentra vetado del hotel, ya que presenta una orden de captura por violencia doméstica.
“Él tiene orden de captura y no lo quieren dejar entrar, entonces ahorita yo me voy a tener que salir con mis dos hijos”, dijo Odalys.
La venezolana comentó que nunca fue agredida por su esposo, sin embargo, las autoridades del hotel solo le brindan hospedaje a ella y a sus hijos.
Por otra parte, la alcaldía indicó que el costo de contratar hoteles como albergues se incrementó y el gasto supera los 500 millones de dólares.
Si la situación continúa así, se espera que el gasto alcance los 4 mil millones de dólares en el siguiente año fiscal.
Migrantes contra migrantes
Otra situación que se presentó con estas denuncias, es el hecho de que otros migrantes que se refugian en el hotel rechazaron estos comportamientos.
“Por culpa de ellos pueden pensar lo mismo de todos los migrantes que estamos aquí, deben ser un poquito más responsables”, comentó Marisol, una migrante ecuatoriana.
Y es que dicen que no cuesta nada tener orden y comportarse para evitar que puedan cerrar el hotel para todos.
