La necesidad de sobrevivir, las ganas de salir adelante en un país extranjero y mandar dinero a su familia en México, hizo que este oaxaqueño abriera un puesto de pollos asados en plena banqueta de Hollywood.
El oaxaqueño del puesto de pollos asados en Hollywood
Aquilino García Pérez es el nombre de este mexicano que se atrevió a hacer algo muy inusual en Los Ángeles, California.
Y es que, varias situaciones llevaron a Aquilino a poner un puesto de pollos asados nada más y nada menos que en Hollywood.
Todos los días, excepto los miércoles, Aquilino llega al lugar, levanta una carpa, coloca su parrilla, su plancha y saca sus utensilios para comenzar a trabajar.
Cuidadosamente va colocando los pollos que ya tiene listos para asar y en cuestión de segundos se levanta el humo del asador.
Sus pollos y costillitas le gustan mucho a las personas, por eso es que a mediodía los trabajadores de los alrededores llegan para poder disfrutar de su comida.
“Lo servimos con frijolitos, arroz, tortillas y sus chilitos. Pero lo mejor de todo, es que la gente vuelve una y otra vez”, dijo Aquilino.
¿Quién es Aquilino García Pérez?
Aquilino García tiene 26 años de edad y nació en Tuxtepec, Oaxaca.
Cuando terminó la preparatoria se unió al ejército mexicano y estuvo en las fuerzas armadas durante cinco años antes de viajar a Estados Unidos.
La intención del viaje a Estados Unidos era alcanzar a su esposa que se había ido antes que él.
Hace seis meses y medio cruzó la frontera y buscó un trabajo para poder sobrevivir en el nuevo país.
Su primer trabajo fue preparando botanas en una cantina, y le prometieron conseguirle un segundo empleo, sin embargo, esto nunca ocurrió, por lo que Aquilino decidió renunciar y en compañía de su hermana decidieron vender comida.
“El hambre nunca para, se calma un ratito pero luego vuelve”, comentó el mexicano.
Las calles Western y Santa Mónica en Hollywood fueron las elegidas para poner su puesto de pollos asados, pero las ganancias no alcanzaban para mantener a las dos familias, así que Aquilino decidió independizarse.
“Comencé a buscar una banqueta para vender mis pollos, hasta que encontré una que me gustó en la esquina en las calles Vermont y Lexington de Hollywood. Los primeros en comprarme fueron los del estacionamiento de enseguida”, cuenta Aquilino.
Y ahí fue donde comenzó el Asadero Perrón, y todos los días desde las 10:30 a.m. hasta las 5:00 p.m. vende su deliciosa comida.
Los únicos días que no abren son los miércoles porque es el día que ocupa para comprar y preparar los pollos.
“Cuando los clientes me dicen que les gustó mi comida, me emocionó mucho”, cuenta.
Su sueño es pagar sus deudas y tener un negocio estable de asados.