El gobernador de Texas, Greg Abbot, liberó esta semana alguna de las medidas que provocaron un tráfico lento de los camiones comerciales que trataban de entrar a su estado desde México con mercancía.
Abbot, unilateralmente, había ordenado a la policía estadal y a agentes fronterizos que revisaran “exhaustivamente” cada uno de los cargamentos.
Desde el gobierno de México generaron una nota de protesta contra estas medidas, y un grupo de camioneros mexicanos se sumó a esta protesta alegando que se “perjudica de manera importante” el comercio entre Estados Unidos y México.
La Casa Blanca también criticó las medidas adoptadas por el gobernador Abbot, y las calificó de “innecesarias”, además que afectan la cadena de suministro de alimentos y de repuestos para la industria automotriz.
Abbot ha sido uno de los gobernadores más críticos al gobierno del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y en retaliación a la eliminación del Título 42 desde el gobierno federal, Abbot implementó estas medidas de revisión extremas para camiones que entraran desde México por cuatro puentes fronterizos de Texas.
Lo que ha hecho Abbot es firmar un convenio con su homologo mexicano del estado fronterizo de Nuevo León, Samuel García, para que los camioneros puedan pasar sin tantos problemas por el puente que comunica a Laredo (Texas) con el poblado de Colombia (México)
En este puente los camioneros han llegado a pasar hasta 3 horas de espera para cruzar, cuando antes de las medidas impuestas por Abbot sólo se tardaban unos 15 minutos.
Esta medida aún es insuficiente, cuando, por ejemplo, en cruce de del condado de Pharr en Texas, el más importante para el comercio internacional en el estado, aún se observan líneas de varios kilómetros conformadas por camiones que intentan cruzar.