El cártel de los hermanos Arellano Félix, originario de la ciudad de Tijuana, aprovechaba su ubicación cerca de un punto fronterizo para incrementar sus ganancias con el tráfico de drogas en los años 90.
Buscaban reclutar pistoleros y sicarios en San Diego, California
Para extender su red de operaciones el cártel de los Arellano Félix reclutaba gente en ambos lados de la frontera México-Estados Unidos. De acuerdo con información del Seminario Zeta de Tijuana y el New York Times, los socios del cártel acudían regularmente a los barrios bajos de San Diego, California, para buscar sicarios. Sobre todo a aquellos que contaran con ciudadanía estadounidense y pudieran cruzar la frontera fácilmente.
Los hermanos Arellano Félix le encomendaron a Alfredo Araujo Ávila, alias “Popeye”, que acudiera al barrio Logan para reclutar a pistoleros estadounidenses. En ese barrio conoció a David Barron Corona, quien se convirtió en su lugarteniente y salvó a los hermanos de una emboscada.
Debido a su lealtad al cártel de los Arellano Félix, Barron Corona se convirtió en el brazo derecho del cártel y fue nombrado como uno de sus jefes de seguridad. Así lo informó el periodista Jesús Blancornelas en el Seminario Zeta. La declaración del periodista causo un atentado en su contra, orquestado por Alfredo “el Popeye” en noviembre de 1997.
De acuerdo con versiones extraoficiales, Alfredo Araujo “el Popeye” presuntamente participó en el ataque que termino la vida del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo en 1993, en el aeropuerto de Guadalajara, Jalisco. Al parecer, el cártel de los Arellano Félix quería matar a Joaquín “el Chapo” Guzmán.
Las autoridades detuvieron a El “Popeye” en el 2008. Mientras que en octubre de 2021 deportaron a Eduardo Arellano Félix, alias “el Doctor” de Estados Unidos a México. Lo deportaron después de cumplir una condena de 15 años en un penal de Pensilvania, Estados Unidos.
Con información de La Opinión.
