Todos los días de manera general estamos tratando de organizar nuestras actividades e ideas para lograr nuestros objetivos. Las herramientas para lograrlo son varias, pero las características de un mapa conceptual permiten asociar y combinar ideas originales que hagan nuestra idea distinta a otras.
Muchas veces solemos asociar la organización con ejercicios tediosos, de repetición o muy simples. Sin embargo, organizar ideas gráficamente puede convertirse en una oportunidad para explorar nuestras habilidades creativas.
Lo que ocurre en nuestra mente no aparece de forma ordenada, o exactamente entendible. Por lo que es necesario un orden y claridad a la hora de expresar nuestras ideas para lograr una buena interpretación de ellas y ahí es donde entra la figura del mapa conceptual.
Una estructura de pasos nos ayudará a que se logre una correcta comunicación. Al categorizar conceptos las relaciones entre ellos pueden enriquecer su valor. Y son muy útiles para diversas tareas como escribir una carta, un cuento, tareas, apuntes para estudiar, etc.
Es recomendable comenzar con una lista y un mapa conceptual pues son las herramientas que más se parecen a la forma en la que pensamos. Enlistamos, creamos subcategorías de ideas y hacemos conexiones no lineales, como el aprendizaje mismo.
Escribe tareas que se puedan ejecutar fácilmente con fechas determinadas para que la estructura que comenzaste a crear siga un ritmo. Este plan depende de tu proyecto y de tus tiempos. Puede ser que sea un ensayo y tengas que repartir el tiempo que le vas a dedicar en semanas o días, por ejemplo.
3. Inspírate: Busca referencias para la forma en la que quieres expresar tu idea principal. Puede ser que un formato se adapte mejor a tu idea que otro, colores o formas que te inspiren. En línea se pueden encontrar ejemplos.
Una vez que ya tengas referencias escoge una paleta de colores, también las puedes encontrar en línea. Te servirá en tu mapa conceptual o proyecto para categorizar conceptos y hacerlo visualmente equilibrado.
Además, puedes incluir imágenes, viñetas, emojis, stickers y todo lo que hayas encontrado en tu referencia, que entren dentro de tu paleta. Puedes crear un boceto para ir armando tu proyecto, pues te servirá para ver lo que funciona, lo que no, cosas que necesitas o te sobran.
4. Rectifica: Toma en cuenta las sugerencias de otros, su opinión te puede ayudar a mejorar tu proyecto. Puede que ellos te den otras referencias, recomendaciones y opiniones que lo enriquezcan.
Si al paso del tiempo no te gusta el rumbo de tu proyecto siempre lo puedes cambiar. Tal vez antes de finalizarlo encuentres nuevas referencias y las quieres incluir, es preferible que lo hagas a que se quede una idea incompleta. Puedes incluso volver a comenzar, el proceso creativo es individual y no tiene que ser perfecto.
La creatividad no es una habilidad exclusiva de los genios, también tienen que ver factores externos como la disposición de buscar nuevas ideas. No se desarrolla de manera aislada, se puede reproducir en la interacción con otros, con continuos estímulos y disciplina.
Ahora puedes organizar ideas con mayor confianza en lo que haces, y que utilizando tus habilidades puedes crear proyectos únicos, creativos y efectivos. No tienes nada que temer con tus objetivos, ideas y referencias claras, puedes experimentar cuanto quieras.
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