A pesar de los esfuerzos para combatir los incendios forestales en California, el incendio más grande del estado se fusionó con un incendio más pequeño y destruyó varias casas en zonas remotas.
La situación ha escalado a tal grado que desde el viernes, el gobernador de California Gavin Newsom proclamó el estado de emergencia en cuatro condados. Esto porque causaban “condiciones extremadamente riesgosas para la seguridad de las personas y propiedades”.
El incendio Dixie comenzó el 14 de julio y ya arrasó más de una docena de casas y otras estructuras. Este siniestro se combinó con Fly Fire y dañó la pequeña comunidad de Indian Falls en el norte de California durante la noche del sábado.
Aunque no se ha dado una estimación actualizada de los daños, los bomberos dijeron que el incendio había carbonizado casi 772 kilómetros cuadrados de madera y matorrales hasta el sábado.
Más de 2 mil 200 bomberos han luchado contra el incendio. Se han centrado en construir líneas de contención en los bordes norte y este donde se ubica el fuego.
Por otro lado, el incendio Tamarack, al sur del lago Tahoe, seguía calcinando árboles y un chaparral. Este incendio pone en riesgo a comunidades en ambos lados de la frontera de California y Nevada.
Más de 80 grandes incendios continuaban en el país, la mayoría en los estados occidentales en donde han calcinado unas 553 mil hectáreas (1.4 millones de acres) de tierra.