Para proteger y garantizar los derechos laborales de las trabajadoras temporales migrantes, el Comité de Defensa del Migrante y mujeres que han sido víctimas de abusos y discriminación presentaron la primera queja bajo el Tratado Comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
En conferencia de prensa, el comité recordó que las leyes laborales prohíben la discriminación basada género, a pesar de eso menos del 10% de las trabajadoras bajo los programas de visa temporal H-2 son mujeres. A esta problemática se suman casos de acoso laboral, pagos desiguales y abusos sistematizados.
“Es lamentable que al día de hoy, la mano de obra mexicana no goce de derechos laborales”, detalló el Comité. Además, agregaron que esta es una mano de obra barata, importante y generadora de ingresos en la economía estadounidense.
Los problemas para las trabajadoras migrantes inician desde antes de tener empleo
De acuerdo con Adareli Ponce, trabajadora migrante que presentó la queja, tardó dos años en poder conseguir una visa de trabajo, todo por ser mujer. Una vez que la consiguió, ella y todas las mujeres beneficiadas fueron víctimas de abuso laboral.
Acoso, discriminación y pagos inferiores fueron algunos de los abusos que debieron enfrentar. Además, estas trabajadoras tuvieron que tomar una difícil decisión, quedarse calladas y conservar sus empleos o alzar la voz y arriesgarse a no volver a ser contratadas.
“En mi caso, desde que terminé la preparatoria quise buscar una oportunidad y no la encontré, tuvieron que pasar dos largos años para que tuviera una oportunidad”, narró Adareli.
La trabajadora migrante añadió que ella es originaria de una comunidad rural de Hidalgo donde las opciones de empleo son pocas. Fue por eso que decidió buscar una oportunidad en el extranjero, pero las puertas se le cerraron por ser mujer.
“Cuando uno tiene la oportunidad se enfrenta tanto a maltrato físico, como laboral, hay muchísimas cosas que como mujeres estamos viviendo”, explicó Adareli.
Desafortunadamente, lejos de ser incidentes aislados estos casos son representativos y se repiten día a día, comentó Rachel Micah-Jones, abogada y directora ejecutiva del Centro de los Derechos del Migrante (CDM). La abogada explicó que existen muchas deficiencias en los programas de visas H2A, tales como:
- Las trabajadoras migrantes son empleadas para actividades menos remuneradas.
- Acoso sexual generalizado
- Falta de acceso a servicios legales.
- Dificultad de permanecer en territorio estadounidense.
- Falta de acceso a los mecanismos de quejas
Para prevenir estos abusos y proteger a las trabajadoras migrantes, fue que se presentó la queja contra el T-MEC. Su objetivo es que los gobiernos de México y Estados Unidos hagan valer los derechos de estas personas.