A pesar de tener la nacionalidad estadounidense, el gobierno de Estados Unidos ha negado la entrega de apoyos a los hijos de los migrantes indocumentados. Como consecuencia sus derechos se ven gravemente vulnerados, pues son excluidos de los programas de ayuda tan sólo por tener padres hispanos.
Tal es el caso de una familia inmigrante compuesta por 4 integrantes que se infectaron de COVID-19, durante la pandemia. Sin embargo, no recibieron apoyo alguno, ni siquiera las dos niñas más pequeñas de la familia que son población de riesgo.
“Pero yo digo que sí nos lo merecemos, en este caso, bueno, hablo por mis hijas, porque son americanas y tienen los mismo derechos que un americano, porque ellas son de aquí” dijo Beatriz Salinas
Las crudas estadísticas
De acuerdo con un estudio de La Universidad de Brandeis los menores son excluidos de los programas de ayuda por ser hijos de inmigrantes.
El caso de la familia de Beatriz Salinas es sólo una consecuencia de la discriminación institucional que afecta a los menores.
3.7 millones no recibieron ayuda federal en estos meses, en plena crisis económica por la pandemia. A esto le agregamos que 9 de cada 10 niños en familias migrantes son ciudadanos de la Unión Americana y representan el 43% de la pobreza infantil en Estados Unidos.
Esta exclusión contribuye a la pobreza y también afecta en especial a los niños hispanos. Respecto a otros grupos poblacionales
“El derecho a recibir un programa de salud o de asistencia social económica, sobre todo durante una crisis, debería estar basado en el niño, no el estatus migratorio de los otros miembros de la familia” comentó la Dra. Dolores Acevedo García del Instituto del niño, juventud y políticas de familia.
Por esta razón, los expertos en el tema deben repensarse las reglas de políticas sociales, entre los cuales se encuentran las ayudas estatales por el coronavirus y los créditos tributarios por ingresos del trabajo.
“Si no remediamos esta falta de ayuda para este sector de niños de padres inmigrantes vamos a tener tazas de pobreza más alta” declaró la doctora.
La pandemia solo ha complicado la vida de los niños, sobre todo de aquellos que tienen familia indocumentada. El Estado debería garantizar el bienestar de esos niños que han nacido en los EE.UU. independientemente de su ascendencia.
