El sube y baja rosa instalado en el muro fronterizo entre Estados Unidos y México fue reconocido por los premios Beazley, entregados por el Design Museum de Londres, pues la obra permitió a niños de los dos lados de la frontera pudieran jugar.
Dicha obra fue diseñada por los arquitectos Ronald Rael y Virginia San Fratello con el Colectivo Chopeke.
Mexican and American children breach border wall with pink seesaws pic.twitter.com/CXJkZjDJBX
— Reuters (@Reuters) July 30, 2019
La obra bautizada como el Teeter-Totter Wall, permitió que los niños de El Paso, Texas y la comunidad de Anapra, en Juárez, jugar.
A pesar de su aparente simpleza, el sube y baja fue un proyecto que tardó 10 años en realizarse.
De acuerdo con los creadores, su objetivo era ilustrar cómo las acciones de un lado de una frontera impactan en el otro.
“Fue una idea que realmente conmovió a los jueces”, dijo a BBC News Razia Iqbal, presidenta del premio, quien reconoció la importancia de la obra.
Por su parte, Tim Marlow, director y director ejecutivo del Design Museum, destacó que el sube y bajas alentó nuevas formas de conexión humana, pues es una muestra de cómo los seres humanos pueden trascender las fuerzas que buscan dividirlos.