La llegada del invierno a los Estados Unidos agravará las condiciones de la sequía que afecta a cerca de la mitad de su territorio desde hace dos décadas y que ha generado la intervención del gobierno federal por el desastre climático en varios estados en este 2020.
Solo en el caso de las regiones de Idaho, Minesota, Montana, Washington y las Dakotas se registrarán las peores condiciones de la temporada con una mayor presencia de nieve y lluvias.
El impacto inmediato se sentirá en la economía local de estos estados.
Puesto que ante condiciones climáticas adversas, se incrementa el consumo de energía por un mayor uso de sistemas de calefacción, desde calentadores a gas, infrarrojos o calefactores eléctricos para mantener ambientes templados.
El pronóstico de la Administración Nacional Atmosférica y Oceánica (NOAA) es que las condiciones secas, que han prevalecido desde Texas hasta Utah, se mantendrán durante la nueva estación para el resto de regiones y podrían llegar hacia los niveles extremos o extraordinarios.
Hasta el momento, varios condados de Connecticut fueron declarados como zona de desastre y recibirán ayuda del Departamento de Agricultura del gobierno federal.
Esto por las graves consecuencias en la economía ganadera y agrícola por la sequía.
A esto debe sumarse el impacto del ciclo de incendios en California y Colorado.
Solo en el primer caso, se registró un incendio que consumió un área mayor a todo el estado de Rhode Island (4 mil kilómetros cuadrados).
Como previsión a que el problema se extienda, la administración federal incluyó un presupuesto especial en el plan de rescate previsto para el año 2021.
¿Qué pasará si continúa la sequía?
De seguir las actuales condiciones, las zonas más afectadas serían los estados del sur oeste de los EE.UU en donde los científicos ya usan el término de “megasequía” en sus pronósticos sobre el impacto del cambio climático en la tierra de la primera potencia mundial.
Incluso los científicos mencionan que una etapa de déficit de agua de tales dimensiones no se registraba desde la época medieval.
Aunque en este caso se ha producido por efecto de la acción del hombre.
El período de estudio abarca desde el año 2000 y hasta la fecha se trataría de las sequías más prolongadas desde hace mil 500 años.
Otro efecto inmediato, es que para el año 2021 se proyecta una disminución de más de 300 mil cabezas de ganado bovino.
Pues, la carencia de áreas de pasto para los animales incrementaría los costos de producción.
De acuerdo a los funcionarios de la NOAA, detrás de estas condiciones se encuentra la llegada del fenómeno conocido como La Niña.
Este fenómeno altera el ciclo precipitaciones en el suroeste de los EEUU, con una incidencia entre los dos y siete años siguientes.
Pese a lo dicho, las predicciones climáticas tienen un efecto hasta febrero del 2021 y no toman en cuenta otros factores como la oscilación Ártica o del Atlántico Norte que podrían cambiar la intensidad y desplazamiento de las masas de aire frío que golpean el centro y este de Norteamérica.