Mons. Rogelio Cabrera López, arzobispo de Monterrey y presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), dijo que “no podemos cerrar la iglesia” para evitar el acceso de los fieles durante las celebraciones de Nuestra Señora de Guadalupe en diciembre de este año.
En conferencia de prensa, Cabrera López explicó las medidas que tomará la Iglesia para evitar aglomeraciones durante las celebraciones de la Virgen de Guadalupe.
El arzobispo dijo que los obispos y sacerdotes invitan continuamente a todos los fieles a obedecer los mandatos fundamentales para cuidar la salud:
- Usar el cubrebocas
- Lavarse las manos
- Mantener la distancia
“Por otro lado, también sabemos que la gente sufre mucho y que para ellos es primordial el encuentro en su fe con sus devociones”, dijo.
En este sentido, Cabrera López habló sobre lo ocurrido el día de San Judas el pasado 28 de octubre.
A pesar del anuncio previo de que la iglesia permanecería cerrada para evitar aglomeraciones de fieles, una multitud de feligreses llegó al templo de San Hipólito y San Casiano, en Ciudad de México.
Las autoridades civiles y la Arquidiócesis Primada de México decidieron abrir y permitir un paso controlado de los devotos.
El presidente de la CEM indicó que la Iglesia “hace todo lo que conviene para invitarles a tener cuidado”
Sin embargo, “a veces es imposible detener esta fuerza tan grande de los fieles”, agregó.
Iglesia prepara un protocolo para celebrar a la virgen de Guadalupe
Cabrera López dijo que en la Basílica de Guadalupe en Ciudad de México, “como también las demás ciudades que tenemos grandes basílicas como acá en Monterrey, estamos procurando protocolos que faciliten no cerrar las iglesias sino darle conducción para que el cauce de tanta gente que quiere ver a la Virgen sea posible”.
“Creo yo que no podemos cerrar la iglesia, no podemos cerrar”, expresó.
Por otro lado, el arzobispo dijo que “queda la alternativa para muchas personas que es el ingreso virtual a través de las cámaras”
También recordó a los fieles católicos que hagan lo posible por no ir a la Ciudad de México.
“Valoramos el cuidado, el respeto a las normas de salud pero también creo yo que tenemos que entender que gran parte del pueblo sufre demasiado y no alcanza contener su deseo de ver a la Virgen María”, dijo.
Cada año, alrededor de 10 millones de devotos peregrinan a la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe en Ciudad de México en los primeros días de diciembre, alcanzando una multitudinaria congregación en el santuario mariano la noche del 11 de diciembre, la víspera de la Fiesta.
Este año, a causa de la pandemia, la Basílica de Guadalupe anunció que no se celebrarán Misas con presencia de fieles el 11 y 12 de diciembre, pero se permitirá un paso ordenado de los devotos para que contemplen la imagen original de la Virgen María, aparecida milagrosamente en 1531.
