El futuro de las remesas que los migrantes envían a México podría cambiar dependiendo de los resultados de las elecciones de este 3 de noviembre, pues el futuro presidente de Estados Unidos definirá la agenda migratoria para los próximos 4 años, informó el área de Estudios Económicos de BBVA México.
Además, del presidente los estadounidenses elegirán a 435 congresistas distritales, 35 senadores, y diferentes cargos locales, así como para Washington DC.
A través de su más reciente análisis, BBVA explicó que los cinco temas de la agenda migratoria para los próximos 4 años son:
- La ampliación del muro fronterizo
- El posible impuesto a las remesas
- La política de aprehensiones y el discurso migratorio
- El futuro de los dreamers
- La política para solicitantes de asilo, principalmente centroamericanos y el programa “Quédate en México”
El muro fronterizo de Estados Unidos y México
La construcción de un muro fronterizo entre México y Estados Unidos fue una de las promesas principales durante la campaña del presidente Trump en 2016.
Se estima que de 2016 hasta comienzos de 2020, se han destinado más de 11 mil millones de dólares en el muro.
Aunque Trump no terminó de construir su prometido muro fronterizo, en caso de ser reelegido, podrá continuar con la obra durante los próximos 4 años.
Además, tendrá más tiempo para hacer que México page directa o indirectamente el costo de su construcción.
Por el otro lado, el candidato Biden indicó que, de llegar a la presidencia, detendría la construcción del muro fronterizo.
En vez de esta obra, el demócrata se enfocaría en usar medios tecnológicos para la protección fronteriza.
El posible impuesto a las remesas
Otro punto clave en la agenda migratoria para el próximo gobierno de EEUU es el manejo de las remesas que se envían hacia México.
Una de propuestas de la administración Trump para hacer que México pagará por el muro fronterizo era a través de la imposición de un impuesto a las remesas, que también podría extenderse a las que se envían hacia América Latina y el Caribe.
Durante el primer año del mandato del presidente Trump, dicha idea estuvo en discusión, sin embargo, ninguna iniciativa prosperó.
Durante el primer año del mandato del presidente Trump, dicha idea estuvo en discusión, sin embargo, ninguna iniciativa prosperó.
BBVA Research estima que las remesas a América Latina y el Caribe podrían llegar a 70 mil 400 millones de dólares.
Por lo que un impuesto de 1% por parte de Estados Unidos, podría generar una recaudación de 704 millones de dólares.
Un impuesto de 2% podría recaudar más de mil 400 millones de dólares.
En México, el flujo de remesas para 2020 podría estar en cerca de los 40 mil millones de dólares, por lo que un impuesto de 2% podría representar 800 millones menos para las familias receptoras de este recurso.
Por fortuna, no hay actualmente ninguna iniciativa concreta vigente o un plan de la administración del presidente Trump para imponer un impuesto generalizado a las remesas a América Latina y el Caribe o a México.
La política de aprehensiones y el discurso migratorio
A lo largo de su administración, el presidente Trump ha presentado un tono en contra de los migrantes y ha manejado el tema como un asunto de seguridad nacional, por lo que en caso de ser reelecto es probable continúe con esta tendencia.
Por su parte, la plataforma demócrata, encabezada por el candidato Joe Biden, abiertamente reconoce la contribución de los migrantes a la economía.
Estados Unidos es una nación formada por migrantes de muchas partes del mundo, por lo que el futuro de los millones de extranjeros que viven en el país depende de las elecciones.
Biden indica la necesidad de establecer mecanismos para que más personas migrantes puedan regularizar su situación en el país, incluyendo una vía para la ciudadanía.
A pesar de este discurso, las estadísticas indican que el periodo en que más migrantes fueron deportados fue durante la presidencia de Barack Obama.
Recordemos que Joe Biden fungió como vicepresidente durante dicho periodo.
El futuro de los dreamers
El término dreamers hace referencia a aquellas personas migrantes no documentadas que llegaron a Estados Unidos siendo niños y niñas y que, en general, fueron llevados por sus padres o algún otro familiar y que cuentan con cierto nivel de escolaridad, por lo regular adquirido en EEUU.
Actualmente, el término suele usarse para referirse a los beneficiados de la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA).
Dicho programa fue creado durante la administración del expresidente Barack Obama para que cientos de miles de jóvenes indocumentados pudieran trabajar y estudiar sin miedo a la deportación, sin embargo, no abre ninguna oportunidad para que puedan regularizar su estatus migratorio.
Desde su campaña Trump dijo que el programa estaba fuera de la ley y que lo revocaría para que el congreso legislara al respecto.
En septiembre de 2017, el presidente Trump decretó el término del programa, acción que afectó a unos 800 mil dreamers.
La mayoría de ellos, unos 630 mil, eran de origen mexicano.
Tras una ardua lucha en los tribunales, a principios de 2018 dos jueces federales ordenaron que continuara renovándose el programa a quienes ya eran beneficiarios.
Sin embargo, ninguno de estos fallos permitió que otros jóvenes se inscribieran al programa.
Finalmente, en junio de 2020, la Suprema Corte de Estados Unidos resolvió que se había violado el proceso administrativo, por lo que dejó sin validez el término de DACA.
En 2020, se contabilizaron alrededor de 644 mil personas beneficiarias activas de DACA, de las cuales 517 mil son mexicanas (80%).
Es decir, DACA es un programa que beneficia principalmente a dreamers que nacieron en México.
La sentencia que dictó la Suprema Corte de Justicia dice que el procedimiento tomado para eliminar DACA no fue el adecuado, no sobre el programa en sí.
Esto implicaría que, en caso de que Trump gane, se podrían tomar nuevamente acciones para desaparecer el programa.
En contraste, Biden ha criticado fuertemente estas acciones contra los dreamers, y ha indicado que, de llegar a ser presidente, implementará mecanismos para estos jóvenes puedan obtener la ciudadanía.
La política hacia solicitantes de asilo y el programa “Quédate en México”
En los últimos 15 años se ha observado un incremento muy significativo de la migración de personas adultas, familias y niñas, niños y adolescentes no acompañados procedentes del Triángulo Norte de Centroamérica (Guatemala, Honduras y El Salvador).
Estas personas dejan sus países por factores como las condiciones económicas, la falta de oportunidades, la inseguridad y la violencia.
En su trayecto se ven en la necesidad de atravesar México por tierra, principalmente caminando, por carretera o montado la “bestia”.
Al ser flujos mayoritariamente irregulares, no se conoce su volumen real, solo se cuentan con los datos derivados de las aprehensiones que realizan las autoridades.
Entre 2010 y 2019, el Department of Homeland Security (DHS) realizó 929 mil retornos o remociones de migrantes procedentes de Guatemala, Honduras o El Salvador.
En ese mismo periodo, se estima que México hizo 981 mil devoluciones de migrantes procedentes de estos tres países.
Para reducir el flujo de migrantes centroamericanos no documentados, el 20 de diciembre de 2018 la administración del presidente Trump anunció la implementación del programa Migration Protection Protocols (MPP), también conocido como “Quédate en México”.
Este programa establece que todo solicitante de asilo no mexicano que ingresara por la frontera sur de Estados Unidos permanecería fuera de su territorio.
Sólo podrán ingresar hasta que termine el proceso migratorio (si es que solicitaron asilo) y si su petición es favorable.
Sin embargo, muchas de estas decisiones se toman de forma discrecional por los agentes fronterizos.
De enero de 2019 a septiembre de 2020, más de 68 mil personas migrantes solicitantes de asilo en Estados Unidos.
Todos han sido retornados a México mientras realizan su juicio bajo el programa MPP.
Del total de casos con resultados, solo 1.4% se le ha otorgado asilo, informó TRAC Records.
¿Qué pasará con este programa si gana Trump o Biden?
En caso de reelegirse el presidente Trump, continuaría con esta política de MPP.
Respecto a este programa, el candidato Biden solo ha argumentado que el MPP es algo que no se había visto en Estados Unidos, pero no se observa una clara postura al respecto, por lo que sería un tema pendiente con el que tendrá que lidiar si ganara la presidencia.