El sábado, varias ciudades de Estados Unidos se llenaron de protestas en contra de la injusticia racial. Muchas de estas manifestaciones terminaron en enfrentamientos con la policía.
En la ciudad de Seattle, en Washington, la policía usó granadas de humo y gases lacrimógenos para controlar la manifestación. Además, arrestaron a unas 45 personas.
La policía declaró que más de 20 agentes resultaron heridos.
Alrededor de 2 mil personas marcharon en el barrio de Capitol Hill. Esta fue una de las mayores mayor protestas de Black Lives Matter en Estados Unidos en un mes.
Los disturbios comenzaron cuando los manifestantes incendiaron un sitio de construcción de un centro de detención juvenil y arrojaron piedras, botellas y fuegos artificiales a los policías.
También levantaron barricadas y llevaron escudos y paraguas para tratar de defenderse de la policía. Además, usaron sopladores de hojas para dispersar los gases lacrimógenos.
Los manifestantes tomaron estas tácticas de las protestas en Portland, Oregón. Ahí, los activistas se han enfrentado todas las noches con la policía durante casi dos meses.
Los enfrentamientos en Portland se han intensificado después de que la administración de Donald Trump enviara agentes federales a las manifestaciones.
Trump tomó esta decisión pese a que los funcionarios de la ciudad dijeron que no los solicitaron ni querían el despliegue federal.
Violencia en las manifestaciones
Las protestas en Estados Unidos iniciaron desde la muerte de George Floyd el 25 de mayo.
Estas manifestaciones contra el abuso policial estallaron inicialmente en ciudades de costa a costa. Sin embargo, durante los últimos días han resurgido en varios puntos del país.
Trump ha prometido enviar agentes federales de aplicación de la ley a algunas de estas ciudades, aparentemente para frenar el crimen callejero que, según él, la policía local no ha podido detener.
Mientras tanto, la violencia durante las manifestaciones se ha intensificado.
El sábado por la noche, en Austin, Texas, un hombre murió cuando alguien disparó en una marcha de Black Lives Matter.
Informes de los medios dicen que el hombre pudo haberse acercado a un vehículo con un rifle antes de que le dispararan.
El alcalde de Austin, Steve Adler, emitió una declaración al respecto:
Todo lo que sé es que alguien que muere mientras protesta es horrible.
Agregó que se encuentra “desconsolado y aturdido” por el incidente.
En Louisville, Kentucky, manifestantes armados pidieron justicia para Breonna Taylor, una mujer negra que murió en Louisville en el mes de marzo.
La policía entró a la casa de Taylor sin previo aviso y le disparó. El novio de Taylor había disparado primero a los oficiales, pensando que eran intrusos.
Un agente de policía fue despedido por el incidente de Taylor, pero no se presentaron cargos contra los otros agentes.
El líder del grupo NFAC (una milicia negra armada involucrada en las manifestaciones) dice que quiere que la investigación policial sobre el asesinato de Taylor sea más transparente.
Según la policía, tres miembros de NFAC resultaron heridos el sábado, cuando una de las armas de la milicia se disparó accidentalmente.
