Este miércoles, el presidente Donald Trump anunció que enviará cientos de agentes de fuerzas federales a Chicago. Esto con el motivo de controlar los incidentes violentos desatados durante las últimas semanas.
Como parte de la Operación Legend, el mandatario extenderá esa medida a otras ciudades, incluyendo Albuquerque y Nuevo México.
“Los esfuerzos para debilitar a las fuerzas policiales han llevado a una explosión impresionante de los tiroteos, las muertes, los asesinatos y horrendos crímenes violentos. Estas matanzas deben terminar y así será”, dijo el presidente estadounidense.
Trump dijo que basó su plan en el éxito de un operativo similar en Kansas City, Missouri, donde envió más de 100 agentes federales para frenar el aumento de la violencia.
Su plan de desplegar agentes federales en Chicago y otras ciudades gobernadas por demócratas es un esfuerzo del mandatario de utilizar el Departamento de Seguridad Nacional; el cual se creó tras los ataques del 11 de septiembre para evitar ataques terroristas.
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— EjeCentral (@EjeCentral) July 22, 2020
Con el argumento de defender edificios federales de los manifestantes, Trump ya desplegó agentes de Seguridad Nacional en Portland, Oregon. Líderes locales criticaron la decisión, ya que argumentan que la presencia federal aumentó la tensión en lugar de fomentar la seguridad pública.
“Este es precisamente el tipo de despliegue tiránico de poder que preocupaba especialmente a los Padres Fundadores”, dijo Jeffrey A. Engel, director del Centro de Historia Presidencial en la Universidad Metodista del Sur.
Según el nuevo plan, unos 150 agentes de Investigaciones de Seguridad Nacional irán a Chicago para ayudar a la policía local a lidiar con la violencia.
Se espera que los agentes –que normalmente investigan el tráfico de personas, drogas y armas-, se queden al menos dos meses en Chicago.
