Al hacer la señal de la Santa Cruz, nos liberamos del mal y de sus tentaciones. Conoce el significado de cada uno de los gestos que haces al persignarte.
Realizar un exorcismo es rechazar el mal. Al hacer la señal de la Santa Cruz renunciamos a esa maldad que ocasiona divisiones, aislamiento, ego, soberbia y envidia. Así lo explicó el padre Eduardo Lozano, párroco de San Simón Tolnáhuac, en la Arquidiócesis Primada de México, y colaborador de Desde la fe.
En entrevista, el párroco aseguró que persignarse es el más elemental de los exorcismos que tenemos los bautizados:
Un exorcismo es una renuncia al mal que implica acercarnos a Dios y a los demás. Esto queda implícito en las palabras ‘de nuestros enemigos, líbranos Señor nuestro’, pero no sólo se refiere al prójimo, sino a nosotros mismos.
El religioso afirmo que cuando a un pequeño se le enseña a persignarse en la catequesis, es para que se libre del mal en el nombre de Dios.
El padre Lozano explica que, cuando nos persignamos, hacemos cuatro cruces en nuestro cuerpo:
Con información de Desde la Fe.
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