A medida que aumentan los casos de gripa en Estados Unidos, el gobierno reforzó una campaña para administrar vacunas a todas las personas mayores de seis meses, sin embargo, esta no aplica para los miles de migrantes en custodia de la Patrulla Fronteriza (CBP).
La CBP tiene aproximadamente 3 mil 500 personas detenidas todos los días, cifra por muy debajo de los 20 mil diarios a inicios de año.
La doctora Bonnie Arzuaga, pediatra con sede en Boston, calificó como atroz que la CBP se niegue a dar atención médica a los detenidos.
Arzuaga, miembro fundador de Médicos para el Cierre de Campamentos, recordó que estas personas están obligadas a permanecer bajo el cuidado de la CBP.
Médicos para el Cierre de Campamentos es una organización conformada por 2 mil médicos que piden cerrar los campamentos de la CBP.
La organización provee de forma voluntaria vacunas contra la influenza a los migrantes detenidos por el gobierno.
Aunque la CBP asegura que las personas bajo su custodia no pueden ser detenidas por más de 72 horas, muchas exceden este tiempo de detención.
No hay protocolos para aplicar vacunas
Al respecto, la CBP justificó sus acciones al decir que hay dificultades logísticas para implementar un programa de vacunas.
Agregó que el objetivo es procesar a las personas rápidamente y que no es eficiente para los trabajadores del CBP distribuir vacunas.
Tampoco se exige al personal de la CBP recibir la vacuna contra la influenza.
Si los oficiales no reciben la vacuna contra la gripe, pueden llevar enfermedades a sus comunidades cuando regresan a casa del trabajo.
En la temporada de gripa 2018-19, hasta 61 mil 200 adultos y 143 niños murieron por complicaciones de la enfermedad.
Con información de ABC News