A pesar de que los familiares de un migrante suplicaran al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) que no desconectaran el soporte vital de su familiar hasta que pudieran llegar con él, los médicos del centro de detención quitaron el ventilador que lo mantenía vivo.
Nebane Abienwi, migrante de 37 años originario de Camerún y padre de seis hijos que huyó de su país por los conflictos este verano, murió el pasado 1 de octubre a causa de “una emergencia médica” mientras estaba en el Centro de Detención de Otay Mesa, en San Diego, California.
El hermano menor de Abienwi, está en lucha con la Embajada de Estados Unidos y Consulados para que le den una visa y le permitan entrar al país para reconocer el cuerpo de su hermano, ya que lleva un mes de fallecido y le han negado la entrada.
De acuerdo con el medio USA Today, el hermano menor dijo que los funcionarios de ICE pasaron el teléfono a médicos del Centro Médico Sharp Chula Vista, quienes explicaron que su hermano estaba sangrando su cerebro y que un ventilador era lo único que lo mantenía respirando.
Por lo que el hermano menor les dijo que debía permanecer así y que la familia decidiría si lo desconectaban de la máquina o no.
De acuerdo con ICE
En un comunicado de ICE mencionaron que le migrante originario de murió a las 12:05 p.m., dos médicos analizaron los resultados del examen de Abienwi y concluyeron que “eran consistentes con la muerte cerebral y lo declararon muerto”.
Treinta minutos después, la familia de Abienwi fue notificada, según el informe. Dos horas después, el personal del hospital “suspendió el soporte del ventilador del Sr. Abienwi”, dice el comunicado.
Sin embargo, su hermano menor dijo que la familia nunca fue notificada, no fue hasta que un periodista los contactó y supieron del deceso de su hermano.
Su familia no se explica cómo un hombre sano pudo haber muerto de esa forma, ya que nunca presentó alguna enfermedad y no fue hasta que llegó a Estados Unidos que presentó esos síntomas que derivó su muerte.
ICE comentó que sigue con la investigación sobre la muerte de Abienwi, con el fin de verificar que los funcionario hayan cumplido con todos los estándares de la agencia.
Sin embargo, no dio detalles de la muerte y aclaró que la agencia trabaja en conjunto con los familiares para que “en la medida de lo posible los familiares puedan participar en las decisiones”.
Sólo pretendía conseguir asilo
Debido a la situación que vive Camerún donde más de 500 aldeas fueron destruidas y más de 800 mil niños no cuentan con educación, cada vez más migrantes de esta nación piden asilo en Estados Unidos, en busca de una mejor vida para ellos y sus familias.
Es por eso que Abienwi decidió abandonar su hogar, su esposa e hijos, para intentar llegar a EU. Voló de Camerún a Ecuador, hizo una larga caminata a través de Colombia, los países de América Central y México antes de llegar finalmente a la frontera de California.
Allí se presentó en el puerto de entrada de San Ysidro y en lugar de intentar cruzar ilegalmente la frontera, decidió esperar para solicitar asilo.
“Quería ir a Estados Unidos, obtener sus documentos, comenzar a trabajar, abrir un negocio y traer a su familia, para que puedan estar seguros y los niños puedan ir a la escuela”, dijo su hermano.
A pesar de que Abienwi no tenía antecedentes penales, fue detenido mientras esperaba su día en la corte de inmigración, ahí permaneció bajo custodia de la CBP durante dos semanas hasta que fue entregado a ICE, luego fue llevado centro de detención de Otay Mesa.
Su hermano dijo que él y sus familiares están perdidos sin Abienwi, a quien llamaron cariñosamente Neba. Era el mayor de cuatro hijos y dejó la universidad después de que sus padres murieron para trabajar y ayudar a la familia.
“Perdimos a nuestros padres cuando era joven, y Neba nos cuidó desde entonces”, dijo. “Todos los días, recibo 30 llamadas telefónicas de familiares que me preguntan qué está pasando, y no sé. Ni siquiera sé si estoy bien. No sé si algo me pasa”.