El anuncio de la primera visita del presidente Donald Trump a Chicago generó una ola de protestas de personas que dicen estar a favor de la comunidad migrante y que no aceptan la retórica antiinmigrante del mandatario.
Trump visitará Chicago, Illinois, para reunirse con la Asociación Internacional de jefes de Policías en McCormick Place, posteriormente acudirá a una recaudación de fondos en el hotel Trump, lugar donde se esperan unos 20 mil manifestantes.
Según reportes, se espera que unos 250 invitados arriben al almuerzo de Trump, razón por la que desde temprano la policía estuvo colocando barricadas alrededor del hotel; habría más policías patrullando las calles y los lugares donde asistirá el mandatario.
Alrededor de mil 800 policías deberán que trabajar para asegurar el “orden” en las calles de Chicago, a pesar de tener un día libre.
El presidente Trump, llegaría a su hotel alrededor del mediodía para el almuerzo que se llevaría a cabo.
Las protestas se encuentran en diferentes partes alrededor del hotel Trump, sin embargo, hay también personas a favor del presidente.
Otras organizaciones del área de Chicago que se organizaron para llevar a cabo protestas a diferentes horas del día, se han escuchado a varios manifestantes gritar “enciérrenlo”, “dignidad al respeto humano” y “respeto a los migrantes de este país”.
Jazmín Cerda, otra manifestante que se encontraba en las protestas, tenía un cartel donde se percibía el dibujo de una rata y dos pies, además, la imagen de Trump, a lo que ella dijo que significaba rata de dos patas pues así es como percibe ella al presidente de Estados Unidos.
Ya que dice que lo único que hace es lastimar a los hispanos, así como a la gente de color y dijo que estaba en la protesta en representación por los que no se quieren manifestar por miedo a ser arrestados.
“Chicago es más peligrosa que Afganistán, y eso se debe a la ineficiencia de sus políticos, que son demócratas”, afirmó recientemente el republicano Trump, reproches constantes que evidencian su mala relación con la tercera ciudad más populosa de Estados Unidos, con 2.7 millones de habitantes.
A la atmósfera discordante de la visita de Trump se suman las protestas en curso de los miembros del Sindicato de Maestros de Chicago (CTU) que se encuentran en huelga, y quienes son enemigos ardientes de la Casa Blanca y la secretaria de Educación, Betsy Devos.
CTU ha sido alentada en sus esfuerzos contra la Junta de Educación de Chicago por los contendientes presidenciales demócratas, más recientemente en una visita de la senadora estadounidense Elizabeth Warren de Massachusetts el martes.
“Con los problemas de presupuesto de la ciudad, los problemas de delincuencia y con la huelga en curso, va a ser un zoológico proverbial”, dijo Roger Claar, el alcalde de Bolingbrook y un destacado partidario de Trump de Illinois.