Días antes de que entre en vigor la nueva norma de carga pública, el gobierno del presidente Donald Trump anunció que negará la residencia permanente (Green Card) a las personas que no tengan los recursos para obtener un seguro de gastos médicos no subsidiado por el gobierno.
A través de un comunicado, la Casa Blanca detalló que la medida comenzará a aplicar a partir del 3 de noviembre y que el objetivo de esta es dejar los beneficios médicos únicamente para los ciudadanos y que los migrantes deben pagar sus propios seguros médicos.
El documento detalla que “los solicitantes de visa de inmigrante deberán demostrar que estarán cubiertos por un seguro de salud dentro de los treinta días posteriores a su ingreso al país o que tendrán los recursos financieros para pagar los costos médicos”.
Este requisito debe ser cumplido por los extranjeros antes de recibir su visa de migrante.
Sin embargo, el gobierno detalla que los hijos de los ciudadanos estadounidenses serán una de las excepciones que habrá.
“Los migrantes admitidos tienen casi tres veces más probabilidades de carecer de seguro de salud que los ciudadanos y contribuyen al problema de los costos de salud no compensados” explica el comunicado.
De acuerdo con la contadora Lorena Cortés, muchas de las nuevas medidas anunciadas por Trump ya estaban escritas, las acciones del gobierno son de difusión.
En 1996, el expresidente Bill Clinton y el Congreso promulgaron una legislación bipartidista que establece que los extranjeros “no deben depender de los recursos públicos para satisfacer sus necesidades”, ahora Trump busca cumplir estas leyes.
En el caso de la carga pública los más perjudicados son los pobres, pues deben demostrar que ganan más de 30 mil dólares anuales y pagar los impuestos necesarios, no basta con que su patrocinador cubra sus gastos, si los agentes consideran que no son productivos pueden considerarlos carga pública expresó Lorena.
