A pesar de haber servido en el Ejército, José López fue deportado del país donde creció y lamentablemente sólo pudo regresar a Estados Unidos sin vida.
El veterano de tan sólo 52 años llegó desde los siete años a Estados Unidos, ahí vivía con sus papás y sus siete hermanos, después sirvió al Ejército estadounidense, pero fue detenido por dos años por posesión de drogas, posteriormente fue deportado.
López luchó durante 11 años para poder regresar al país por el que arriesgo la vida; sin embargo, por las duras medidas del presidente Donald Trump no pudo regresar, la única manera fue dentro de un ataúd.
“Un soldado caído regresó a casa — olvidado, desechado por una nación que le dio la espalda a un soldado….Vergüenza de nosotros!”, escribió el periodista David Cruz en una publicación en sus redes sociales.
El veterano falleció el pasado 27 de septiembre en el Hospital Central de la ciudad de Chihuahua, debido a un paro respiratorio que derivó de un disparo en la cabeza por sicarios que entraron a su casa y balearon a él y sus familiares.
“En paz ahora, llegó a casa para ser puesto a descansar después de ser asesinado en México, la policía dice, que fue por los criminales de droga que trataron de reclutarlo y este soldado se negó”, escribió Cruz.
Ahora su cuerpo se encuentra en territorio estadounidense donde el pasado sábado sus compañeros veteranos llevaron el ataúd para ser enterrado con honores militares.
Son varios los casos de migrantes que han servido al país vecino, pero y son deportados sin considerar el posguerra, como el caso de Héctor Barajas Varela, director del Albergue para Veteranos Deportados, que durante 14 años de lucha logró obtener su ciudadanía.
Debido a la cantidad de migrantes que han sufrido esta situación, la Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos (LULAC) está en lucha para que cada veterano latino deportado sea repatriado. Puedes consultar la campaña para donar aquí.
