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Tras casi 20 años de lucha, Joaquín Avilés regresó EU con Green Card

Joaquín Avilés recibió apoyo de otros veteranos deportados para poder regresar a EU
Joaquín Avilés fue deportado hace más de 19 años, por fin recuperó su residencia permanente y pudo regresar a los Estados Unidos

Joaquín Avilés, exmarino y veterano de guerra, fue deportado hace más de 19 años tras cumplir una condena de cinco años por haber tenido en posesión un arma. Ahora tras 19 largos años de espera recuperó su residencia permanente y pudo regresar a los Estados Unidos, para reencontrarse nuevamente con su familia.

Joaquín nació en México, pero fue llevado a la Unión Americana por sus padres cuando tenía seis meses de nacido y se crió en el condado de Orange, California.

Antes de se graduarse de la high school, en Riverside, California, ya había decidido enlistarse en la Marina de los Estados Unidos.

“Me gradué de la high school en el 94. Dos semanas después ya iba en camino en los camiones para Bukemp en San Diego, donde termine mi entrenamiento y obtuve mi título de United States Marine”, dijo el veterano.

La primera vez que fui detenido por las autoridades

Joaquín relata que para 1995 ya estaba activo como marino. Un día fue a una fiesta en Santa Ana, California y alguno de sus acompañantes dejó un arma en su vehículo. “Me paró la policía y encontraron el arma”.

Pasó siete meses en la prisión del Condado de Orange, esa fue la primera vez que fue detenido por la posesión de un arma.

“Cumpliendo los siete meses los marines fueron por mi y me regresaron a la base”, dijo el veterano.

En 1996 Joaquín fue dado de baja por la Marina estadounidense tras haberse visto involucrado en esa situación.

A finales de 1997 fue detenido nuevamente por la posesión de dos armas que se encontraban en su vehículo. “Me dieron diez años de sentencia en el estado de California”.

En el año 2000 fue deportado después de cumplir con su condena

Pese a que lo condenaron a diez años de prisión, Joaquín fue liberado en el 2000 por su buen comportamiento, ahí comenzó su calvario, pues lo deportaron a México.

“Intenté regresar en el 2001 a Estados Unidos, logré cruzar (de manera no autorizada)”, dijo Joaquín.

El veterano contó que estuvo por algún tiempo con su familia en la Unión Americana. Logró trabajar por algunos años, sin embargo, estuvo siendo buscado por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), “Cuando me di cuenta que ICE me estaba buscando mi familia y yo decidimos que era mejor que regresara a México”.

Joaquín llegó a México en el 2002 e intentó rehacer su vida al poner un negocio y comprar una casa, pero se dio cuenta de que no era tan sencillo.

A los tres meses intentó cruzar nuevamente a los Estados Unidos pero ahora de manera legal. Sin embargo fue detenido por las autoridades, “fue la primera vez que estuve en prisión federal por inmigración durante dos años”.

En 2004 Joaquín salió de la prisión e intentó cruzar por tercera vez, y de la misma forma fue detenido por las autoridades fronterizas, “esta vez me dieron tres años (de prisión) y salí en el 2007”.

Resignado decidió quedarse en México, “he estado de estado en estado. En los últimos seis años me establecí en Tijuana”.

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Conocí a Héctor Barajas, otro veterano deportado

Cuando decidió instalarse en Tijuana, en 2010, conoció a otro veterano que también fue deportado.

“A Héctor Barajas lo conocí en un Call Center en el Rosarito, Baja California, nos hicimos amigos, en realidad todavía no iniciaba la organización de Deported Veterans Support House. Él estaba contactándonos y  conociendo más y más veteranos que estaban en la misma situación”.

Joaquín iba de estado en estado, por lo que el unirse a la organización no ocurrió tan pronto como debió ser. En 2015 nuevamente regresó a Tijuana y Deported Veterans Support House se convirtió en algo más sólido, “con más estructura”.

En 2017 Héctor le pidió a Joaquín Avilés convertirse en el codirector de la organización, es así como “hemos mantenido la amistad”.

Mi caso era difícil: Joaquín Avilés

Gracias a Deported Veterans Support House fue que Joaquín pudo obtener ayuda legal para obtener nuevamente su ciudadanía; American Civil Liberties Union (ACLU) le proporcionó apoyo legal a la organización.

Victoria Starrett fue una de sus primeros abogados, lo apoyó para abrir su caso y a pesar de que días después se retiró de la agencia legal, dejó a Talia Inlender a cargo de su caso.

“Fue una moción, mis abogados salieron a la corte. Mi proceso duró poco menos de un año”, añadió Joaquín.

Aunque sus abogados le dijeron que era un caso difícil, las probabilidades de recuperar su ciudadanía eran muy pocas, hubo una esperanza.

Tras preguntarle sobre el tipo de pruebas o argumentos que presento la abogada Inlender, Joaquín dijo que fue por el cambió de leyes por posesión de armas en Estados Unidos.

“En el 91 la posesión de armas lo consideraban como felonías agravadas, que lo toman como violencia. En el 2014 las leyes de migración revertieron la ley, con lo cual la posesión de armas ya no significa violencia, lo cual no es agravado, entonces ya no puedes ser deportado por ese tipo de crímenes”, añadió Joaquín.

“Victoria fue la que decidió hablarme y darme la buena noticia sobre como el juez de migración me otorgó la moción y ordenó que mi deportación fuera anulada, lo cual reincorporó mi residencia”, dijo Joaquín.

“Estamos alegres, mis hijas lloraron cuando me vieron. Hay que seguir para adelante para que todos estén orgullosos de lo que hemos logrado (como organización)”, añadió Joaquín.

Casa de apoyo a veteranos deportados

Ahora que Joaquín pudo regresa a Estados Unidos y reecontrarse con su familia, decidió continuar con su apoyó a otros veteranos, pues aún sigue en la organización ayudando de manera constante.

“Ofrecemos apoyo de vivienda, comida, apoyo moral, de vez en cuando cuando se puede apoyo financiero”, dijo Joaquín. La organización también les proporciona artículos de higiene, ropa y les ayuda a través del Ayuntamiento de Tijuana, a conseguir empleos y les facilita algunos tramites.

Además les proporciona apoyo legal a través de diversas organizaciones legales.

Pese a que no hay un registro oficial sobre el número de veteranos que se encuentran en la misma situación, Joaquín  Avilés dijo que Deported Veterans Support House lleva un registró de aproximadamente 400 personas en su base de datos.

“Hay más, pero esa es la cantidad que nosotros llevamos, de la que tenemos conocimiento”, concluyó Joaquín.

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