Luego de que el pasado sábado se suscitara un tiroteo en una tienda Walmart en El Paso, Texas, residentes y políticos locales, se resisten a la visita del mandatario estadounidense, Donald Trump.
Patrick Crusius, con tan solo 21 años, fue el culpable de unos de los crímenes racistas hacia la población hispana más lamentables de Estados Unidos.
La vaya que separa el territorio estadounidense del mexicano ha sido el escenario donde las cruces, veladoras, flores, globos, banderas de ambos países y dedicatorias fueron colocadas en memoria de las 22 personas que terriblemente fueron asesinadas.
Dayton residents protest President Trump’s visit. https://t.co/B9hnAwSxpq pic.twitter.com/4iGxFfF8W8
— The Hill (@thehill) August 7, 2019
“Señor Trump, ya no más actos de racismo, actos de odio, actos de terrorismo. Somos un país hispano y no se vale tanto odio para los mexicanos. Somos tres niñas, ciudadanas americanas. Nuestros padres son mexicanos y ya tenemos miedo de salir. Esperamos lea este sentir. Dios lo bendiga”, se lee en unas de las cartulinas que se encuentran en la vaya.
El reciente acontecimiento a provocado en la población sentimientos de, miedo y tristeza, pero también de coraje, el cual se ha hecho visible en contra de Trump, y lo culpan de ser el principal responsable, ya que sus políticas promueven sentimientos xenófobos.
Cabe destacar que el 85 por ciento de la población en esa ciudad es de origen hispano, razón por la que el anunció de que este miércoles visitaría El Paso, no fue tomado de la mejor manera y residentes rechazan su llegada y dicen que “no será bienvenido”.
“No hablo por todos los paseños, pero en mi opinión no debería venir, porque las palabras que ha usado para describir a los hispanos han alimentado el odio que está detrás de la matanza”, explica la congresista Verónica Escobar, que representa a la ciudad en la Cámara de Representes.
“Pero tiene la oportunidad de retirar esas palabras, de reconocer su error, y eso nos ayudaría mucho. No podemos prevenir su visita, obviamente. El Paso demostrará que es una ciudad de amor, pero debería retirar sus palabras”.
Es importante recordar que en sus discursos Trump ha utilizado la palabra invasión, refiriéndose a la migración Hispana, además de que también se refiere como criminales y violadores a los migrantes que buscan alcanzar el sueño americano.
“¿Cómo paras a esta gente?” preguntó Trump en un mitin en Florida el pasado mayo, a lo que alguien gritó “¡Disparémosles!”, como respuesta Trump se empezó a reír.
Por otro lado, Dee Margo, alcalde de la ciudad dijo “Quiero aclarar, por las connotaciones políticas, que esto es el cargo de alcalde de El Paso dando la bienvenida de manera oficial al cargo de presidente de Estados Unidos, lo cual considero que es mi deber formal”.
Sin embargo, Beto O’Rourke, el joven candidato a las primarias del Partido Demócrata publicó en su cuenta de Twitter:
“Este presidente, que ha ayudado a crear el odio que hizo posible la tragedia del sábado, no debería venir a El Paso. No necesitamos más división. Necesitamos curar las heridas. Él no tiene sitio aquí”.
En tanto la consejera Kellyanne Conway, dijo que Trump “tratará de ayudar a cicatrizar las heridas en las comunidades, se reunirá con los heridos, los familiares. Se reunirá con las fuerzas de seguridad y los profesionales médicos. Dará las gracias a los servicios de emergencia”.
“No nos conoce, no sabe nada de nosotros. No tiene derecho a llamarnos asesinos y violadores solo por el color de nuestra piel. Odio llamarle presidente. Respeto su cargo, porque la gente le ha votado. Pero no aquí en El Paso” dijo Silvia Ortiz, vecina de El Paso.
En tanto, Verónica Escobar, representante de El Paso, tuteó “unirse sin un diálogo sobre el dolor que sus palabras y acciones racistas y odiosas han causado a nuestra comunidad y país” y declinó reunirse con Trump.
