La Universidad Nacional Autónoma de México creó un catálogo digital con mil 400 historietas mexicanas más populares del siglo xx, las cuales pueden encontrarse en el sitio web http://www.pepines.unam.mx/.
Historietas como Memín Pinguín, Chanoc, Kalimán, La Familia Burrón, Pepín, Adán el hombre del futuro, Aventuras de Viruta y Capulina, Los Supersabios, son algunas de las que podrán disfrutar niños, jóvenes y adultos, gracias a la tecnología.
Esta labor es el fruto de casi 13 años de trabajo en colaboración con el Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (FONCA), de la Secretaría de Cultura.
“La base de datos fue denominada Pepines porque con esta palabra, derivada del título de la legendaria revista Pepín, eran llamados los lectores de los años 50 asiduos a esta historieta”, explica la máxima casa de estudios.
Vicente Quirarte, investigador del Instituto de Investigaciones Bibliográficas (IIB) dijo que “a las historietas les decíamos cuentos, ahora mal llamados cómics”. “También, antes era mal visto leer con imágenes, pero ahora es una invitación más a la lectura”.
Gracias a la tecnología la historieta popular mexicana que parecía en peligro de extinción, y que se pensaba que muy pronto no quedarían más que huellas y algunos vestigios del fenómeno cultural que convocó a millones de lectores en la mitad del siglo XX, podrá resurgir y difundirse nuevamente la historieta popular.
La presentación de este catálogo digital fue el auditorio “José María Vigil” con presencia del director del IIB, y fue dirigida por Dalmacio Rodríguez Hernández, coordinador de la Hemeroteca Nacional, donde se expusó que la “historieta mexicana es divertida, espontánea y reveladora”.
Más allá de su aparente simplicidad, la historieta supone un proceso complejo de abstracción y síntesis por parte del lector y permite acceder desde otro lugar al discurso narrativo, así mismo genera un entorno de aprendizaje más lúdico y divertido al incluir el humor y remitirnos a nuestro mundo infantil.
Por otra parte, posibilita el acceso a una lectura crítica, sin olvidar que la gráfica ayuda a la comprensión y estimula la memoria, leer la imagen implica convertir lo gráfico en conceptual, integrar los diferentes planos, el visual y el textual.
Este tipo de prácticas permite combinar contenidos gramaticales y culturales, desarrollar equilibradamente diferentes destrezas.
