Diez ciudades de las ciudades más importantes de Estados Unidos, entre las que se encuentran Chicago, Los Ángeles y Nueva York, serían objeto del nuevo del plan migratorio del presidente Donald Trump, el cual será anunciado este jueves en la Casa Blanca.
La iniciativa del presidente tenía como objetivo detener a 10 mil migrantes, entre los que se encontrarían adultos y menores, así como acelerar su proceso de deportación.
Esta medida fue la responsable de generar una crisis al frente del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), pues la extitular del organismo Kirstjen Nielsen y otros de los dirigentes se negaron a implementar la iniciativa por las implicaciones del programa y la falta de preparación de las autoridades.
El plan tenía en la mira a todos los migrantes que no se presentaran a las cortes de deportación; al acelerar los casos en las cortes, la migra podría obtener órdenes de deportación más rápido.
La medida de Trump contempla llevar a EU hacia un sistema de migración “basado en el mérito”, esto significa que daría preferencia a personas altamente capacitadas y educadas. Además, se reduciría la inmigración basada en los lazos familiares.
Sin embargo, la propuesta no incluye qué hacer con el Programa de Acción Diferida para los llegados en la Infancia (DACA), cabe resaltar que será hasta octubre cuando la Suprema Corte tomará el caso y dará un dictamen definitivo.
El plan parece apuntar a consolidar el apoyo entre los republicanos en el Congreso, pero incluso eso no está asegurado.
Después de que el asesor principal de la Casa Blanca, Jared Kushner, informara del plan a los republicanos del Senado esta semana, algunos dijeron que estaban “decepcionados” por la propuesta.
En el mismo sentido, las autoridades dijeron que el plan completo no se dará a conocer este jueves.
