Carmen Osorio, una joven de origen mexicano amparada por DACA, forma parte de una delegación de jóvenes soñadores que llegó desde California hasta Washington, DC para apoyar la presentación en el Congreso de un proyecto de ley que busca otorgar a los soñadores la seguridad de presencia legal en EE.UU. con un camino hacia la ciudadanía.
Esta joven estudiante nació en Aguascalientes, México y con tan solo seis años de edad emigró junto a sus padres a Estados Unidos “por necesidad” en busca del llamado sueño americano.
Durante sus años de infancia, nunca supo qué era ser indocumentada hasta que, en su último año, en la escuela secundaria, su consejera le dijo “no podrás ir a la universidad porque eres ilegal”, cuenta Carmen Osorio a la Voz de América.
En esa época -2010- no había ayuda financiera, ni DACA para estudiantes indocumentados y, a pesar que esta joven fue aprobada en todas las universidades a las que postuló, no pudo seguir sus estudios en ninguna.
“Entré en depresión por dos años, tiempo durante el cual trabajé con mi padre que es jornalero. Salía todas las mañanas con él a cortar grama y los fines de semana vendíamos en ferias”, recuerda Carmen.
Luego se aprobó la Acción Diferida para los Niños Llegados en la Infancia (DACA) en 2012, con lo que Carmen pudo inscribirse en el colegio comunitario.
Gracias a DACA, Carmen, quien es madre de un niño de un año, se graduará en junio del colegio comunitario, pero sus sueños y esperanzas con los que un día llegaron sus padres podrían desaparecer si se cancela el programa definitivamente después de varios intentos fallidos por parte del gobierno de Trump.