Uno de los principales argumentos del presidente Donald Trump para conseguir fondos para su muro fronterizo fue que los migrantes indocumentados cuestan a Estados Unidos unos 200 mil millones de dólares anuales, una cantidad que de acuerdo con los expertos es falsa.
“Es tan insignificante en comparación con lo que estamos hablando. Ya sabes, he escuchado cifras tan altas como 275 mil millones que perdemos por inmigración ilegal”, dijo el presidente la semana pasada durante una reunión del Gabinete en la Casa Blanca. “Los 5 mil millones, 5,6 mil millones aprobados por la Cámara de Representantes son una cantidad tan pequeña en comparación con el nivel del problema”.
Illegal immigration costs the United States more than 200 Billion Dollars a year. How was this allowed to happen?
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 18 de diciembre de 2018
Tras las declaraciones del presidente la cadena de noticias NBC consultó a expertos en inmigración y políticas fiscales, quienes dijeron que el presidente estaba exagerando, en el mejor de los casos.
De acuerdo con Robert Rector, investigador senior de la Fundación Heritage, el costo de los servicios recibidos menos sus contribuciones de impuestos, fue de aproximadamente 54 mil millones al año.
Los especialistas consultados señalaron que la cifra exacta es casi imposible de determinar. Esto se debe en parte a que los migrantes indocumentados operan en la sombra, por lo que sus contribuciones fiscales completas son algo desconocido.
Altos impuestos y pocos beneficios
Otro punto tocado por los expertos fue el amplio malentendido sobre las contribuciones de los migrantes indocumentados a la economía y los beneficios que reciben.
“Los inmigrantes indocumentados son increíbles contribuyentes a nuestra economía y no son elegibles para los beneficios públicos, al contrario de lo que la gente cree”, dijo Meg Wiehe, directora adjunta del Instituto no partidista de impuestos y política económica (ITEP).
Se estima que la mitad de los migrantes indocumentados trabajan con números de Seguro Social falsos, lo que implica pagos de impuestos y aportaciones al Seguro Social. El ITEP estima que los gobiernos estatales y locales reciben 11.74 mil millones de dólares anuales de este sector.
A su vez, los indocumentados tampoco son elegibles para el crédito fiscal federal por ingresos del trabajo, por lo que pagan impuestos a tasas más altas que los estadounidenses de bajos ingresos.
Aunque ay algunas excepciones, por regla general los indocumentados no son elegibles para el Seguro Social y la gran mayoría de los programas de asistencia financiados por los contribuyentes, como cupones de alimentos y asistencia en efectivo, sostuvo Randy Capps, director de investigación para programas de Estados Unidos en el Instituto de Política de Migración no partidista.
De acuerdo con Capps, el costo real de los migrantes provienen de la educación pública, pues sin importar el estatus migratorio, todos las personas pueden estudiar.
Sin embargo, Capps agregó que los inmigrantes de segunda generación, los hijos de los migrantes indocumentados, a menudo tienen mejores resultados que sus padres y pueden impulsar la economía estadounidense. Por lo que pagarán este costo a largo plazo.
David Dyssegaard Kallick, director adjunto del Instituto de Política Fiscal no partidista, puntualizó que la pregunta correcta es si los migrantes pagan su parte justa de impuestos y reciben su parte justa de servicios.
“Se está hablando de personas que trabajan por salarios muy bajos y están excluidas de casi todos los servicios sociales. Se necesita un verdadero acto de voluntad para decir que no son explotados”.
Con información de NBC News