Ya sea por cumplir una manda, dar gracias o pedir por un ser querido, más de 10 millones de peregrinos arribaron entre este martes y la madrugada del miércoles a la Basílica de Guadalupe en el 487 aniversario de la aparición de la virgen morena en el Cerro del Tepeyac.
Entonando porras, canciones y bailes, los migrantes avanzaban poco a poco con la ilusión de saludar a la virgen.
Grupos de todos tamaños y formas, entonaban porras para darse ánimos, pues el final de su largo recorrido estaba cerca.
En el atrio de la Basílica de Guadalupe reinaba un ambiente de paz, emoción y alegría por parte de todos los asistentes.
Tampoco faltan las personas que a detalle narran en una libreta cuál fue el favor que les concedió la Virgen de Guadalupe.
Durante su visita los peregrinos pueden estar tranquilos, pues elementos de seguridad, primeros auxilios y personal de La Villa están dispuestos a prestar ayuda a quien lo necesite.
Tampoco era raro ver a los fieles que llegaban de rodillas y que con esfuerzo se desplazaban hacia la casa de la virgen morena.
Con diversos bailes, cada grupo quería dar gracias a la virgencita por todo lo obtenido durante el año.
Al final de su viaje, todos los peregrinos se podían ver felices de poder saludar y dar gracias a la Virgen de Guadalupe por todo lo logrado este último año.