“El recuerdo de los difuntos, el cuidado de los sepulcros y los sufragios son testimonios de confiada esperanza, arraigada en la certeza de que la muerte no es la última palabra sobre la suerte humana. El hombre está destinado a una vida sin límites, cuya raíz y realización están en Dios”, afirmó el Papa Francisco en 2014.
Cada 2 de noviembre se conmemora a los Fieles Difuntos. En esta fecha, miles de personas en todo el mundo visitan las tumbas de sus seres queridos que pasaron a la otra vida. Además, la Iglesia eleva oraciones y ofrece sacrificios por su eterno descanso.
El alma de la persona fallecida puede ir al cielo, al infierno o al purgatorio. Si va al purgatorio quiere decir que aún necesita purificarse, pero su destino será, en algún momento, el cielo.
Por ello, los creyentes en la tierra pueden ayudar a las almas de los fieles difuntos del purgatorio. Lo puede hacer con las oraciones, la limosna y, sobre todo, con el sacrificio de la Santa Misa para que puedan ir más pronto al cielo.
Hoy puedes ganar una indulgencia plenaria para tus difuntos
Hoy 2 de noviembre, en la conmemoración de todos los fieles difuntos, se puede ganar una indulgencia plenaria para el alma de un ser querido, familiar o amigo.
El Papa Francisco explicó que, así como los santos interceden ante Dios por nosotros, podemos rogar al Señor por las almas del purgatorio:
Todos los bautizados en la tierra, las almas del Purgatorio y todos los beatos que están ya en el Paraíso forman una única gran Familia. Esta comunión entre tierra y cielo se realiza sobre todo en la oración de intercesión”.
Según la Indulgentiarum Doctrina (Norma 15), un católico puede ganar indulgencia plenaria por un difunto “en todas las iglesias, oratorios públicos o —por parte de quienes los empleen legítimamente— semipúblicos”.
También puede hacerlo siguiendo las condiciones habituales de confesión sacramental, comunión eucarística y oración por las intenciones del Sumo Pontífice.
Texto de ACI Prensa.