“La Inmaculada siempre Virgen María, Madre de Dios, terminado el curso de su vida terrenal, fue llevada en cuerpo y alma a la gloria celestial”, así dice la constitución apostólica “Munificentissimus Deus”, con la que el Papa Pío XII proclamó la Asunción de la Virgen María como verdad de fe en 1950 y cuya fiesta se celebra como solemnidad cada 15 de agosto.
Años después, San Juan Pablo II, al hablar de este dogma de la Asunción en 1997 explicó que “en efecto, mientras para los demás hombres la resurrección de los cuerpos tendrá lugar al fin del mundo, para María la glorificación de su cuerpo se anticipó por singular privilegio”.
En este sentido, tal como lo afirmó Benedicto XVI en 2011, “María, el arca de la alianza que está en el santuario del cielo, nos indica con claridad luminosa que estamos en camino hacia nuestra verdadera Casa, la comunión de alegría y de paz con Dios”.
Asimismo el Papa Francisco señaló en 2013 que “esto no significa que esté lejos, que se separe de nosotros; María, por el contrario, nos acompaña, lucha con nosotros, sotiene a los cristianos en el combate contra las fuerzas del mal”.
La Fiesta de la Asunción de la Virgen María
Existe también una gran incertidumbre respecto al origen de esta fiesta. Probablemente se trate del aniversario de la dedicación de alguna Iglesia, más que la fecha real del aniversario de la muerte de Nuestra Señora. Que se originara en tiempos del Concilio de Éfeso, o que San Dámaso la introdujera en Roma, son sólo hipótesis.
Hace 70 años se proclamó el dogma que señala que la Madre de Dios fue elevada al cielo en cuerpo y alma. #AsunciónVirgenMaría https://t.co/sR4UjdQ7Um
— ACI Prensa (@aciprensa) August 15, 2020
En Piazza, en Sicilia, hay una conmemoración de la Asunción de María (doble de segunda clase) el 20 de febrero, que es el aniversario del terremoto de 1743. Una fiesta similar (doble mayor con octava) se sigue en Martano, Diócesis de Otranto, en Apulia, el 19 de Noviembre.
Con información de ACI Prensa.