El 3 de julio, después de un viaje de 3400 kilómetros en carro, desde Arizona a Nueva York, Yeni González llegó al Cayuga Center, el centro residencial en East Harlem donde el gobierno había trasladado a sus tres hijos. González los abrazó y les prometió que volvería por ellos.
Fotografías de: Celia Mendoza, VOA.
“Cuando me vieron (los hijos de Yeni) me abrazaron, lloraron y dicen que quieren que me los lleve pronto”, dijo González, entre lágrimas, a los periodistas que la esperaban a la salida del centro, el día que pudo abrazarlos por primera vez desde su separación.
González estuvo bajo custodia en el centro de detención Eloy durante 43 días. Gracias a la ayuda de unos familiares que viven en Estados Unidos, González pudo conseguir un abogado, José Xavier Orochena.
El abogado que ayudo a Yeni González afirmó: “Es casi imposible pelear esto (el asilo, la reunificación o la custodia de los hijos) sin representación legal”, dijo Orochena. “No debería reducirse a que las familias adineradas tengan más oportunidades que las familias pobres”,
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