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La separación familiar, el dolor que vive todo migrante

La separación familiar es una de las consecuencias más dolorosas de la migración, y por esa razón colectivos y organizaciones de la sociedad civil buscan visibilizar el problema y proponer soluciones legales y sociales.

La separación familiar es una de las consecuencias más dolorosas de la migración, y por esa razón colectivos y organizaciones de la sociedad civil buscan visibilizar el problema y proponer soluciones legales y sociales.

En el Foro Migración y Separación Familiar, organizado por Deportados Unidos en la Lucha e Iipsoculta, se reúnen migrantes, deportados, refugiados, investigadores y organizaciones para denunciar la deshumanización en los procesos de deportación.

“Las personas no pueden ni despedirse de sus hijos”, comentó Ana Laura López, coordinadora de DUL.

De entrada, explicó López, los retornados se enfrentan a graves dificultades para obtener documentos de identidad, lo que limita el acceso a la salud, al trabajo y a la vivienda.
Debemos construir mecanismos que faciliten reencuentros y la reunificación familiar, insistió.

UN PROBLEMA QUE CRECE

Edgar Corzo Sosa, quinto visitador de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, presentó estadísticas que comprueban los rompimientos familiares.

De acuerdo con entrevistas realizadas a mexicanos en retorno este 2018, 60% de ellos sufrieron separación familiar, y en promedio tenían 16 años en Estados Unidos.

Conexión Migrante

Un estudio del Colegio de la Frontera Norte revela que 56.7% de los deportados dejaron a sus hijos o a sus parejas.

Además, 32,5% dejó a sus hijos solos, sin que ningún adulto estuviera a cargo.

“La separación familiar se está recrudeciendo”, comentó Sosa.

Sólo del 6 al 19 de mayo, 658 familias fueron separadas por los servicios de Inmigración de Estados Unidos.

Diego Miguel María, integrante de DUL, contó sobre su proceso de deportación y la separación de su hijo de apenas dos años.

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Jesús Butanda, deportado hace apenas dos meses y también parte del colectivo DUL, narró su historia de vida y como sufrió una dolorosa separación de su esposa e hijas e hijos.

“Yo no puedo pensar en otra cosa más que en mi familia”, dijo Jesús.

EN MÉXICO TAMBIÉN HAY PROBLEMAS

Juan Ramón Toledo, fundador de la Alianza de Salvadoreños Retornados relató lo terrible que es la separación familiar.

Hay problemas tan graves como la criminalización del migrante, el duelo por la separación y hasta efectos en la salud de los migrantes.

Mauricio, migrante de Venezuela contó a la audiencia su largo camino hasta llegar a México. “Es humillante” el trato que te dan.

Gabriela Hernández, directora de Casa Tochan, hizo un llamado a pensar “qué vamos a hacer para generar los cambios que se necesitan”.

Conexión Migrante

La migración forzada es para salvaguardar la vida, esa es la gran diferencia ahora, agregó.
Hay un sentido de emergencia por los refugiados que llegan a México huyendo de la violencia en sus países.

Carlos, un migrante de Honduras, relató con voz entrecortada cómo tuvo que huir de su país. Era sargento del Ejército y perdió a sus padres y a la familia de su esposa por el crimen organizado.

En este momento, espera poder reunirse nuevamente con su hija de 4 años, pero los trámites son largos y complicados.

La doctora Elba Yanett Coria, directora de la clínica jurídica Alaíde Foppa explicó que el gran reto es “replantearnos y reflexionar cómo se está manejando el tema migratorio en la sociedad”.

Hay tal presión para frenar la movilidad humana que no hay respuestas humanitarias y operativas.

“Las legislaciones no responden a las necesidades sino a las políticas de control migratorio”, reconoció la académica.

El foro de tres días abordará además los temas de reencuentros y reunificaciones familiares.

Esta reunión, única en su tipo, fue organizada por el colectivo Deportados Unidos en la Lucha, Iipsoculta y el Museo Memoria y Tolerancia, con el apoyo de la Universidad Humanitas.

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