Los funcionarios que avisen a las comunidades migrantes sobre las redadas de inmigración pasarían un tiempo en la cárcel, al menos esto es lo que pretenden los republicanos en el Congreso, que no desisten en sus intentos para acabar con las políticas santuario.
El nuevo proyecto de ley fue anunciado esta semana por el representante republicano Steve King.
King establece una pena de hasta cinco años de prisión para cualquier funcionario estatal o local que obstruya el cumplimiento de las leyes federales de inmigración.
La iniciativa fue apodada “Libby Schaaf”, en referencia a la alcaldesa de Oakland, quien hace un par de meses alertó al área de la Bahía de una redada que el Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) planeaba realizar en la zona.
Debido a esto, Schaaf fue duramente criticada por las autoridades, ya que, según ellos el anuncio permitió a cientos de indocumentados escapar de las autoridades.
En ese momento, el director de ICE, Thomas Homan, dijo que Schaaf actuó como una “vigilante de pandillas” que informaba a los infractores de la ley cuando la policía llegaba a su vecindario.
Tal fue el impacto por esta advertencia que el mismo presidente Donald Trump pidió que la alcaldesa sea procesada judicialmente por interferir con la migra.