Este día, el presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, expresó su interés por que se apruebe una ley de inmigración bipartidista, enfocada en los dreamers antes de noviembre, fecha en la que tendrán lugar las elecciones legislativas.
Durante una rueda de prensa, Ryan sostuvo que desea solucionar el problema y no quiere que todo termine en un espectáculo en el que no se llegue a ningún lado.
Estas declaraciones se producen a un día de que un grupo de republicanos de disidentes intentara forzar una legislación para proteger a los jóvenes inmigrantes de la deportación.
Respecto a este tema, el representante se burló de sus compañeros y aseguró que una iniciativa forzada sería solamente un espectáculo, pues sería muy difícil que sea aceptada.
Del mismo modo, aceptó que una ley así requiere una legislación que reciba apoyo de ambos partidos y de la Casa Blanca, pues sin el apoyo del presidente Donald Trump es difícil que una dream act tenga luz verde.
Sin embargo, los líderes republicanos se mantienen firmes en sus posturas y declararon que un proceso de esa naturaleza significaría están perdiendo el control de la agenda de la Cámara.
Hasta el momento, 18 republicanos se han unido a la causa, siete menos que los 25 republicanos signatarios necesarios para forzar una votación si todos los demócratas firman la petición.
De aprobarse una ley de este tipo 1.8 millones de dreamers estarían en camino de la ciudadanía, desafortunadamente, en más de 6 meses de discusiones ningún proyecto ha contado con el apoyo necesario para convertirse en ley.