El primer año de la administración del presidente Donald Trump ha dado bastante de qué hablar, pues sus discursos racistas y sus pronunciamientos contra los indocumentados y otras minorías ha tenido severas consecuencias, una de ellas el aumento los grupos supremacistas blancos.
De acuerdo Heidi Beirich, directora del Proyecto de Inteligencia del Southern Poverty Law Center (SPLC), 2017 reflejó lo que los supremacistas blancos quieren ver, inmigrantes expulsados y musulmanes prohibidos.
Beirich añadió que el que el presidente se refiriera a ciertos países de África como agujeros de mierda es música para los oídos de estos grupos.
A través de su informe 2018 sobre odio y extremismo, el SPLC identificó a un total de 954 grupos de odio a lo largo y ancho de Estados Unidos durante 2017, un aumento del 4% en relación con 2016.
Que el que Trump haya estado fuertemente ligado a miembros de la derecha más radical, como Stephen Bannon, no ha hecho más que animar a estos grupos a aumentar sus protestas de odio y de racismo contra los migrantes y otras minorías.
Un ejemplo de esto fue la manifestación en Charlottesville, Virginia, que dejó como saldo una persona muerta por expresarse contra el racismo.
Al respecto, el exjefe del Ku Klux Klan, David Duke, calificó la manifestación como un “punto de inflexión” y juró que los supremacistas blancos “cumplirían las promesas de Donald Trump” de “recuperar el país”.
Más grupos de odio
El documento señala que el discurso de Trump ha generado la aparición de otros grupos nacionalistas negros. Los cuales no deben ser confundidos con activistas como Black Lives Matter y otros que trabajan por los derechos civiles, así como para eliminar el racismo que padecen los afroamericanos.
El número de los grupos de odio nacionalistas negros, “que siempre han sido una reacción al racismo blanco”, aumentó de 193 que había en 2016 a 233 en 2017.
