Hoy por hoy, tanto para los mercados como para los inversionistas, el único elemento que inquieta es quién gane la Presidencia de la República, y todo porque es muy alta la posibilidad de que gane Andrés Manuel López Obrador.
Además de eso, asusta la lista de los personajes que llegarían con AMLO, en el gabinete y en sus equipos de segunda y tercera líneas.
Ya a estas alturas, las fluctuaciones del dólar no inquietan porque se sabe que son parte de la vida misma y porque es posible minimizarlas usando coberturas cambiarias.
Tampoco quita el sueño el tema del Tratado de Libre Comercio porque en las últimas semanas, Estados Unidos parece estar convencido de que el TLCAN debe vivir, aunque con cambios.
Desde luego, se acepta que por mucho rollo que echen los de la Junta de Gobierno del Banco de México, la inflación seguirá elevada, alrededor del cinco por ciento, y que por mucho rollo que eche el secretario de Hacienda, la economía sólo crecerá alrededor de 2%, y que por mucho rollo que echen los de la Comisión Reguladora de Energía, la gasolina seguirá subiendo.
Todo eso ya se sabe y se asume.
Lo único que en verdad inquieta es que AMLO gane la Presidencia de la República y que la verdadera mafia llegue al poder.
Algunos hombres de negocios dicen que en realidad no sería tan malo y que muchas de las cosas que AMLO dice que hará son sólo material de campaña electoral.
Pero otros, más prudentes y perspicaces, les recuerdan que eso mismo se decía de Donald Trump y que todo lo que dijo en campaña que haría, lo está haciendo, y que será el mismo caso con López Obrador.
Para aumentar el susto, los análisis de quienes acompañan a AMLO en la campaña y la lista de los integrantes de su gabinete ponen en riesgo áreas fundamentales en la vida del país.
El posible secretario de Hacienda, Carlos Urzúa, es un académico que no ha pisado la vida real fuera de las áreas del Colegio de México, al que nadie conoce y quien no conoce a nadie.
Quien se ocuparía de Energía, Rocío Nahle, desconoce totalmente el tema y sus expresiones resultan de la doctrina de la lucha de las naciones pobres por conservar sus recursos naturales frente a la voracidad de las empresas transnacionales.
El que sería el encargado de Seguridad Pública, Alfonso Durazo, tiene como el episodio más destacado de su vida profesional una carta de renuncia que hizo pública y en la que traicionaba a quien era su jefe, Vicente Fox.
Es decir, áreas como Seguridad, Energía y Hacienda estarían en manos de personas que no se ven capacitadas para esas tareas que son vitales y complicadas.
Verdaderamente, asusta un equipo de primer nivel en manos de aficionados, y uno segundo y tercero con personajes que AMLO ha venido rescatando del basurero de la política.
Hasta el próximo lunes y mientras, no deje de seguirme en mi página de FB, Perspectivas de Luis Enrique Mercado.
