Una gasolinera en San Isidro, California, está en la mira de la Oficina de Aduanas y Control Fronterizo (CBP) y de la empresa Shell, quienes, de forma separada, investigan una denuncia debido a que un empleado impidió que los agentes pudieran comprar combustible.
El incidente tuvo lugar el pasado 6 de enero en el establecimiento, estación Shell ubicada en el 108 al oeste del bulevar San Ysidro, a una milla de la garita de San Ysidro, cerca de la frontera de California con México.
De acuerdo a la versión oficial, Cinco agentes asignados al Equipo de Combate al Terrorismo y el Contrabando del CBP se detuvieron en la gasolinera alrededor de la 1:00 pm para llenar el tanque de un vehículo táctico, cuando una empleada cerró la bomba.
Según el testimonio de uno de los oficiales, una de las empleadas del establecimiento les dijo que usualmente no atienden al CBP en la gasolinera.
De forma simultanea, la bomba de gasolina dejó de suministrar combustible y para sorpresa de los uniformados este se quedó a la mitad, sin embargo, debido a que se encontraban en una operación decidieron irse.
Más tarde los agentes regresaron a presentar su queja con los supervisores y les informaron que no era el primer caso que se daba en el establecimiento.
“Nuestros supervisores nos informaron que no era la primera vez que sucedía. Recientemente apagaron la bomba de gasolina a uno de nuestros autos de persecución que se estaba llenando”, comentó el agente. “Esa estación Shell ha cerrado literalmente la gasolina cada vez que tratamos de llenar”.
Por su parte, la empresa Shell señaló que ha puesto este incidente bajo la lupa, aclarando que la responsabilidad recae en el dueño de la franquicia o el operador del negocio.