La salud mental del presidente Donald Trump es un nuevo tema de debate entre varios círculos estadounidenses, esto luego de que fuera puesta en duda en el libro “Fire and Fury: Inside the Trump White House”.
Sin embargo, de acuerdo con reportes de The New York Times, la casa blanca batallaría para contener la discusión nacional sobre la agudeza mental y la capacidad del presidente para realizar su trabajo, tema que ha opacado la agenda de la administración federal la última semana.
Tras las acusaciones sobre su capacidad, Donald Trump contestó a través de su cuenta de Twitter que él es prácticamente un genio y es muy estable mentalmente.
….to President of the United States (on my first try). I think that would qualify as not smart, but genius….and a very stable genius at that!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 6 de enero de 2018
De acuerdo a personas cercanas al presidente, Trump ha resentido las pláticas sobre su salud mental y ve el tema como un invento o como mentiras, tal como la trama rusa.
Pero estas dudas sobre la salud mental de Donald Trump han sido realizadas en los más altos corredores de Washington desde antes de ser electo y ocasionalmente han salido a la luz, como cuando el senador Bob Corker, republicano por Tennessee, dijo el pasado mes de agosto que Trump carecía de la estabilidad y de la competencia para ocupar la presidencia.
El libro escrito por Michael Wollf ha catapultado este tema hasta el debate público, lo que provocó que la Casa Blanca enfrentara el problema directamente.
Hasta el momento, la respuesta de los asesores de Trump es adoptar una postura de indignación y rechazo. En lugar de cuestionarse si su jefe de 71 años es capaz de ser presidente.
Su respuesta es simple, atacar a los inquisidores por tener el descaro de preguntar.
Durante una entrevista en el programa This morning en CBS News, Wolff aseveró que a pesar de que muchos lo nieguen, “100% de los que están alrededor de Trump están preocupados por su aptitud mental”.
