El grupo de dreamers arrestados en Chicago, Illinois, durante la semana pasada al iniciar una huelga de hambre para exigir a los legisladores la aprobación un Dream Act, así como la restauración del Estatus de Protección Temporal (TPS), enfrentarían una pena máxima de 180 días de cárcel.
De acuerdo con su abogado, Mark Goldstone, los activistas son acusados por haber ingresado sin permiso a las oficinas del líder de los demócratas en el congreso de Estados Unidos, Charles Schumer, y del representante republicano Carlos Curbelo.
Los siete dreamers tienen programada una cita judicial para este martes, dónde se decidirá si son culpables y su condena. De acuerdo con el abogado, el cargo del que se les acusa se paga con 180 días de cárcel y una multa de mil dólares en el Distrito de Columbia.
“Every single day that I spend in jail puts me closer to having ICE detain me and have me deported.”
These young activists are risking their lives to get a clean DREAM Act passed. #DREAMActNow pic.twitter.com/50PsTmpqVf
— Splinter (@splinter_news) 16 de diciembre de 2017
Sin embargo, esto no sería lo peor para los jóvenes, ya que el arresto y la eventual condena podrían ser motivo para que pierdan la Acción Diferida para los llegados en la Infancia (DACA).
Los jóvenes inmigrantes no han salido de la cárcel porque se oponen a dar sus nombres y a firmar un documento de salida. Es su manera de presionar para que el Congreso contemple la aprobación de un Dream Act que no los utilice como moneda de cambio para aprobar otras leyes.
Con información de Univisión