Cada año miles de personas intentan cruzar la frontera por donde se pueda y cómo se pueda, sin embargo esto supone varios riesgos para su vida y su integridad y es por eso que autoridades del país vecino del norte invitan a no hacerlo.
De acuerdo con cifras del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE), el movimiento de seres humanos como cargamento genera millones de dólares anuales a organizaciones de contrabandistas en todo el mundo.
“No tienen respeto alguno por la humanidad, ninguno; es un negocio de dinero. Ellos ven a la gente como mercancía, como una manera de hacer dinero”, dijo Jack Staton, agente especial encargado interino de la Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional de ICE en El Paso, Texas.
Staton encuentra más a menudo a individuos cruzando desde el área de Juárez, México a Texas y Nuevo México.
Individuos que buscan dinero quieren entrar a escondidas a los Estados Unidos, saben que ellos tienen que pagarle a una organización para transportarlos. Las cuales pueden aprovecharse de personas en circunstancias desesperadas, proveen dicha transportación a un costo considerable.
“Actualmente, el Valle del Río Grande es el área más utilizada para actividades de contrabando humano en los Estados Unidos”, dijo Staton. “Allí hay actividad todos los días —desde San Diego, California hasta Brownsville, Texas”.
El contrabando humano opera como un negocio por contrato; contrabandistas escoltan a los extranjeros indocumentados por el desierto, a través de la frontera, hacia residencias escondite y luego hasta sus destinos finales en el interior de los Estados Unidos.
Una parte de las cuotas de contrabando pagadas a las organizaciones criminales transnacionales ayudan a impulsar sus otras empresas criminales.
Existen innumerables maneras en que seres humanos son contrabandeados y la mayoría de ellas no toman en cuenta la seguridad personal o comodidad.
Contrabandistas transportan a humanos como parte de cargamentos de mercancía, en vehículos, en botes, en camiones de remolque, en vagones de trenes, en automóviles y camiones que son transportados en trenes como cargamento
. También utilizan medios de transportación legítimos tal como autobuses y vuelos comerciales.
Inmigrantes indocumentados viajando a los Estados Unidos frecuentemente pagan cuotas adicionales por ciertos métodos de transportación.
Por ejemplo, un individuo puede pagar dinero extra para su transporte en un camión de remolque porque su posibilidad de cruzar la frontera exitosamente es mayor que si lo hace a pie. Si el viaje se realiza en el verano, las temperaturas pueden aumentar fácilmente sobre los 100 grados (Fahrenheit) en un camión y la situación puede tornarse peligrosa rápidamente.
Subestimar el peligro potencial del contrabando humano puede tener consecuencias mortales.
Tal como lo demuestran los eventos recientes en San Antonio, Texas, las cuotas más altas de contrabando pagadas a organizaciones contrabandistas no garantizan un paso seguro.
Los contrabandistas en este caso le habían garantizado a los extranjeros indocumentados que su camión de remolque tenía refrigeración. Diez personas murieron en tránsito.
“No importa lo que un contrabandista le pueda decir a un extranjero indocumentado, en el momento en que el extranjero es contrabandeado, el contrabandista ya no puede controlar las circunstancias”, dijo Staton.
La falta de control no representa una crisis de conciencia de aquellos quienes controlan organizaciones contrabandistas.
