A través de una orden dirigida a los oficiales de inmigración en todo Estados Unidos, el entonces secretario de Seguridad Nacional (DHS), John Kelly, habría autorizado que los migrantes indocumentados fueran considerados como criminales para justificar las redadas masivas.
La información, revelada por The Incerpt, fue obtenida a gracias a la Ley por la Libertad de la Información, como parte de una petición de estudiantes de la Escuela de Derecho de la Universidad Vanderbilt.
Los documentos revelan que cientos de migrantes indocumentados fueron detenidos en todo el país, mientras que la DHS intentó (y falló) en construir una narrativa que pudiera sostener lo el discurso de la administración, que las redadas eran motivadas por cuestiones de seguridad pública
A través de correos, oficiales de ICE recibieron la orden de encabezar sus reportes con tres “casos graves” de la lista de criminales detenidos. En caso de no tener era indispensable tomar casos de otros estados.
Durante las redadas de febrero, las primeras de la actual administración, tuvieron lugar al menos 680 arrestos en el país, incluida la detención de docenas de personas sin historial criminal.
Pero cuando docenas de indocumentados fueron detenidos, la administración federal usó otro discurso, “estaban removiendo de las calles a migrantes ilegales y otras amenazas para la población”.
The Intercep, remarca que Kelly fue la cabeza de ese departamento en ese entonces, antes de que fuera aprobado en julio para remplazar a Reince Priebus como jefe de Gabinete de la Casa Blanca.
Hasta el momento, ni la Casa Blanca, ni el DHS han respondido la solicitud de réplica del medio. Por su parte ICE contestó que no responderá a las preguntas sobre lo que los oficiales entienden por “casos graves” y que no sienten la necesidad de resaltar tales casos en los medios.
