Chicago no se quedó de brazos cruzados ante el anuncio del Departamento de Justicia de Estados Unidos, de retirar a las ciudades santuario fondos federales destinados a la prevención de delitos.
El gobierno del alcalde Rahm Emanuel presentó este lunes una demanda federal contra las políticas migratorias de Donald Trump, las cuales, asegura, son inconstitucionales.
Agregó que no se van a dejar chantajear para cambiar sus valores.
“Somos y continuaremos siendo una ciudad acogedora”, aseguró.
“Chicago no va a permitir que nuestro oficiales de policía se conviertan en rehenes políticos en un debate. Chicago no va a permitir que los derechos fundamentales de nuestros residentes sean aislados y violados. Y Chicago nunca va renunciar a nuestro estados de ciudad acogedora”, dijo el alcalde.
Emanuel detalló que los fondos que el gobierno federal quiere cancelar ascienden a 3.2 millones de dólares, que son usados para comprar vehículos, pistolas, radios y equipos para las unidades de tácticas de la policía estatal, publicó la agencia de noticias EFE.
Además, dijo que si esta vez no cede, probablemente el gobierno los amenazará con congelar más fondos.
La semana pasada el departamento de Justicia anunció que Albuquerque, Baltimore, San Bernardino y Stockton dejarían de recibir el apoyo económico y la capacitación para luchar contra los delitos por ser ‘ciudades santuario’ y por no cooperar con las autoridades migratorias.
En una carta, el fiscal general Jeff Sessions dijo que “al proteger a los delincuentes de la aplicación de la ley de inmigración, las ciudades y los estados con políticas llamadas ‘santuarios’ nos hacen menos seguros”.