El gobierno del presidente Donald Trump canceló el jueves cualquier posibilidad de reactivar el programa de Acción Diferida para los padres (DAPA), que permitiría a casi 5 millones de padres indocumentados de ciudadanos y residentes legales permanentes, ampararse contra las deportaciones.
El secretario de Seguridad Nacional, John Kelly, anunció en un comunicado que se ponía fin inmediato al programa Acción Diferida para Padres de Ciudadanos Estadounidenses y Residentes permanentes Legales (DAPA), fechado el 20 de noviembre del 2014.
Este programa estaba suspendido desde 2015, luego de que en agosto de 2014 el estado de Texas y otras 24 entidades frenaron en tribunales la iniciativa porque consideraban que el entonces presidente Barack Obama se había extralimitado en sus funciones.
Además, se elimina el llamado DACA ampliado que le daba un año más de permiso de trabajo a los jovenes bajo el programa.
No obstante, se mantiene la política de 2012 de Obama conocida como DACA (Acción Diferida para Ingreso de Menores), que permitía a las personas que ingresaron al país ilegalmente como niños a permanecer y estudiar o trabajar con permisos renovables cada dos años.
