Uno de los ejercicios más interesante de Agenda Migrante es darle prioridad a que los migrantes, los deportados, los retornados hablen, cuenten sus historias y ofrezcan una versión más real de lo que significa este fenómeno.
Esta vez tocó el turno a mexicanos que fueron deportados o que regresaron antes de sufrir el proceso de pasar por un centro de Detención por meses, para llegar a un país, a una ciudad que pocos de ellos conocían.
Enfrentar el desempleo, la discriminación por su forma de hablar o su edad, la falta de identificaciones y de mecanismos para conseguir empleo.
Muchos de ellos terminan en los call centers que les ofrecen raquíticos salarios por estar dando servicio telefónico en inglés.
Pero, como diría uno de los deportados en el Foro Agenda Migrante: “lo primero que necesitamos cuando llegamos a México es ayuda piscológica” porque el golpe de la separación, de perderlo todo es duro, muy duro.