Los deportados están solos. Su llegada a México significa no sólo un shock psicológico, sino enfrentarse a la burocracia y a la falta de apoyos iniciales para sobrevivir.
Por ello, la urgencia que las diferentes instancias que participan en los programas de retorno realicen acciones coordinadas que verdaderamente sean una ayuda para iniciar su nueva vida para quienes llegan de Estados Unidos.
En el foro organizado por Agenda Migrante, que encabezan Eunice Rendón y Jorge G. Castañeda, se concluyó que es urgente mejorar y fortalecer los programas y plataforma del gobierno para que estén en los 11 puntos fronterizos por donde llegan los mexicanos deportados de Estados Unidos.
Se realizó una fuerte crítica al programa Somos Mexicanos, pues no está resultando en un mecanismo útil para los deportados. De hecho, Castañeda reclamó la falta de interés y la ausencia de Roque Villanueva, subsecretario de Población, Migración y Asuntos Religiosos de Gobernación.
Cuando los mexicanos deportados llegan a México es fundamental que tengan algún documento de identificación, por lo que el Instituto Nacional Electoral y el gobierno federal deberán hacer el esfuerzo por proveerles de una credencial.
Y es que la Constancia de Repatriación, documento que se le entrega a los migrantes que llegan y que según la Secretaría de Gobernación sirve como identificación temporal, no funciona para nada ni la aceptan en ningún lugar, dijeron los deportados.
Además, la Matrícula Consular no es válida en México, por lo que el gobierno deberá hacer un esfuerzo por validarla para que entonces los migrantes la consideren un documento valioso y la tengan.
La sociedad civil está jugando un papel fundamental para los retornados, pues hace labor de mentoría y acompañamiento de los deportados, expresó Eunice Rendón, coordinadora de Agenda Migrante.
Para los participantes, entre ellos legisladores y académicos, el gobierno federal debiera tener una campaña de difusión sobre los apoyos que hay para los migrantes, y considerar proyectos de presupuesto que los incluyan.
Además, es necesario que existan programas y mecanismos que ayuden a la reunificación familiar, sobre todo cuando hijos menores se quedan en Estados Unidos.
En el foro participaron deportados que contaron uno a uno sus historias, los problemas por los que atraviesan y cómo enfrentan la transición de vivir en Estados Unidos a vivir en México, donde es difícil que encuentren oportunidades de estudios, empleo y vida.
