Este domingo 30 de abril, una pequeña puerta del muro fronterizo que divide a México de Estados Unidos, ubicada en el Parque de la Amistad casi al final de la frontera entre San Diego y Tijuana, fue abierta por poco más de 20 minutos para que seis familias separadas por el fenómeno migratorio pudieran hacer algo impensable: darse un abrazo.
Esta apertura momentánea de la denominada “Puerta de la Esperanza”, se realiza gracias a un acuerdo entre la organización Border Angels (Ángeles de la Frontera) y la Patrulla Fronteriza de California.
Con lágrimas en las mejillas y bajo la mirada de los guardias fronterizos, las familias se abrazaron y besaron brevemente a sus seres queridos.
El primero de estos eventos tuvo lugar en 2013, dijo Enrique Morones, director ejecutivo de Ángeles de la Frontera. Desde entonces, se han realizado cuatro oportunidades más para las familias separados durante mucho tiempo para abrazar a sus familiares del otro lado de la frontera brevemente.
