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Tuve que salir a trabajar, aunque tenía todos los síntomas del coronavirus: Manuel Castro

Manuel Castro Federación de Clubes Morelenses
Manuel Castro considera que el sistema de salud en Chicago falló, pues nunca se le hizo la prueba del coronavirus y sólo le recomendaron tomar sopa.

Manuel Castro no sabe si tuvo Covid-19, pero experimentó 90% de los síntomas y se sintió muy mal durante varios días. Pero como podía respirar, no lo mandaron al hospital. Más aún, como su oficio es considerado una actividad esencial, tuvo que salir a trabajar tras un breve periodo de reposo.

Padecer coronavirus y ser un migrante indocumentado en Estados Unidos es una mala combinación. El mexicano Manuel Castro, radicado en Chicago, Illinois, desde hace años, da cuenta de ello y comparte su historia con Conexión Migrante.

“Comencé con una tos seca que avanzó rápidamente. Dos días después tenía casi todos los síntomas del coronavirus que se escuchaban en las noticias: fiebre, cuerpo cortado, mucho cansancio, perdí el sentido del gusto… no me sabía a nada la comida”, narra.

Llamó al doctor y éste le hizo varias preguntas. Una de ellas, si podía respirar. Y sí, Manuel podía respirar. El médico le dijo, por lo tanto, que no podía mandarlo pues al hospital, pues tenían prioridad las personas con dificultades respiratorias.

El sistema de salud de Chicago falló

“No te puedo mandar al hospital ni ordenar que te hagan una prueba (para confirmar o descartar el Coronavirus) porque ahora mismo solo tienes un cuadro de neumonía”, sentenció el médico.

Le indicó que debía tomar miel y sopa mientras su sistema inmune acababa con la enfermedad. Lo único que recibió este trabajador dedicado al mantenimiento de casas y edificios -en donde realiza labores de pintura, plomería y reparaciones diversas- fue una incapacidad por unos pocos días.

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Manuel regresó a su casa muy inquieto. Se tomó los remedios caseros indicados y lo pasó mal varios días. Cuando la incapacidad terminó tenía que tomar una decisión: quedarse en casa o regresar al trabajo.

Una decisión arriesgada

Debido a que jamás uno un test de COVID-19 y el permiso de incapacidad había terminado, tuvo que salir a trabajar.

La decisión era arriesgada y Manuel lo sabe. Si realmente tenía Coronavirus podía estar contagiando gente. Pero dado que desempeña una actividad esencial, no había en realidad mucha elección.

Salió a ganarse unos dólares llevando en la espalda las críticas de muchos amigos y familiares. Pero fue solo para darse cuenta que apenas resistía un par de horas trabajando antes de sentirse agotado.

Con el paso de los días comenzó a mejorar. Ahora, al reflexionar sobre lo sucedido, piensa que no debió anteponer sus temores económicos a la salud. Debió quedarse en casa, aunque no tuviera justificante médico. Pero el caso de Manuel ilustra el de muchos otros paisanos de Chicago durante la crisis sanitaria porque tienen que seguir trabajando porque así lo exigen sus empresas.

No tenemos seguro médico

Manuel Castro, quien es padre de dos hijos menores de edad, vivió para contarla. Pero Illinois ha registrado más de 2,700 contagios desde que inició la pandemia. Un dato que alarma, pero que es solo un pequeño botón de muestra de lo que sucede en Estados Unidos, país en donde se reportaron un total de 1 millón 250 mil casos de coronavirus hasta el pasado 7 de mayo.

“(Entre los migrantes) mucha gente no se ha atendido porque no tiene seguro médico. Si tienes coronavirus estás metido en un gran problema porque te ingresarán a un hospital que va a querer cobrarte entre 30 mil y 70 mil dólares por no tener seguro médico”, denuncia el mexicano.

Una situación tan triste como real para aquellos latinos que un día se fueron en busca del sueño americano. 

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