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Después de más dos años, Gustavo ya está con sus hijas

Foto: Deportados Unidos en la Lucha
Gracias al trabajo conjunto de DUL y Otros Dreamers en Acción, las hijas de Gustavo pudieron volver a abrazar a su padre

Tuvieron que pasar más de dos años para que Gustavo, miembro de Deportados Unidos en la Lucha (DUL), pudiera reunirse con sus hijas, Alondra y Alexia, quienes se quedaron en Estados Unidos después de que fuera deportado.

Gustavo fue deportado en octubre de 2016, desde ese entonces no había podido ver a sus hijas; “perderse un día de estar con los hijos, una graduación, un cumpleaños, sus momentos felices y de enfermedad es bastante duro”, declaró.

Aseguró que “ser deportado implica muchos problemas, emocionales, físicos, económicos y es lo que no ven; el gobierno piensa, ya los deportaron, ya están en su país” y agregó que es difícil reinsertarse a un país que los tiene estigmatizado.

Gustavo fue deportado en octubre de 2016, desde ese entonces no había podido ver a sus hijas; “perderse un día de estar con los hijos, una graduación, un cumpleaños, sus momentos felices y de enfermedad es bastante duro”, declaró.

Nuestro paisano vivió en Estados Unidos por 17 años; en ese tiempo hizo una vida, una familia, sin embargo, y tuvo que decir adiós a su familia para comenzar desde cero en México.

“Yo era el soporte de la familia”, ellas dependían mucho de mí, comentó Gustavo, dijo que todo fue muy complicado porque él era un soporte para sus hijas.

Una vez regresó al país que lo vio nacer Gustavo tuvo que enfrentarse a problemas como el desempleo o la falta de apoyo del gobierno.

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“Ser deportado implica muchos problemas, emocionales, físicos, económicos y es lo que no ven; el gobierno piensa, ya los deportaron, ya están en su país”, sin embargo, es difícil reinsertarse a un país que los tiene estigmatizado.

En cuanto a sus familias, es muy complicado poder reunirse con ellos; aunque pareciera que es sencillo para un niño estadunidense viajar a México para reencontrarse con sus familias, la verdad es que el dinero no sobra y hay más prioridades.

Por eso, el paisano destacó la importancia de asociaciones como DUL y ODA, que ayuda a hacer visible a la comunidad deportada, pues el proceso no termina al regresar a un país de origen.

Ahora, gracias al trabajo conjunto de los miembros de DUL y Otros Dreamers en Acción (ODA), las hijas de Gustavo llegaron la mañana del martes 2 de julio al Aeropuerto de la Ciudad de México

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