Greyhound, la compañía de autobuses más grande de Estados Unidos, dijo que ya no permitirá a los agentes de la Patrulla Fronteriza abordar sus unidades para realizar controles migratorios de rutina, a menos que presenten una orden judicial.
El anuncio, dado a conocer este viernes 21, se produjo una semana después de que The Associated Press informara que los agentes ya no pueden abordar autobuses privados sin el consentimiento de la empresa.
Greyhound había dicho que no le gustaban los controles de migración, pero no tenía otra opción más que permitirlos.
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— Greyhound Bus (@GreyhoundBus) November 9, 2019
En respuesta, la compañía dijo que notificaría al Departamento de Seguridad Nacional (DHS) que no daba su consentimiento para búsquedas injustificadas en sus autobuses.
Esto también aplica para las áreas de terminales que no están abiertas al público en general.
Además, la empresa adelantó que capacitará a sus conductores y empleados sobre la nueva política.
También colocará calcomanías en todos sus autobuses indicando claramente que no da su consentimiento para las búsquedas.
Durante años, Greyhound fue presionado por la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU), activistas y funcionarios para que dejara de permitir operativos en sus autobuses a menos de 160 kilómetros de una frontera o costa internacional.
Esto porque, en muchos casos, los autobuses abordados por la migra no estaban cerca de los límites internacionales.
Gracias a estas prácticas Greyhound se ganó una demanda en California, pues al facilitar las redadas violaría las leyes de protección al consumidor.
Aunque la CBP insiste en que no utiliza perfiles raciales con los pasajeros, existen muchas quejas de usuarios, pues aseguran que sólo interrogan a los asiáticos o latinos.
