Las tiendas de campaña que se encuentran en la frontera sur, últimamente han sido muy criticadas por defensores de migrantes, ante esta situación el presidente Donald Trump desea abrir dos más que albergará temporalmente a mil migrantes para solucionar el problema.
Durante un comunicado, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos (CBP), reveló los posibles candidatos que quieren albergar las próximas tiendas que estarán en el Paso, Texas, y en la ciudad de Donna, en el sur de Texas, ambas tienen cruce de fronteras con México. De igual manera la CBP cometó que necesitaba con urgencia espacio adicional para la detención y el procesamiento.
“CBP está comprometido a encontrar soluciones que aborden la actual seguridad fronteriza y la crisis humanitaria en la frontera suroeste de una manera que proteja a quienes están bajo nuestra custodia de una manera humana y digna”, dice la declaración.
Las nuevas instalaciones tendrían un área cercada adicional para “ejercicio y recreación al aire libre”, además de lavandería, ducha y proporcionarían mantas gruesas para dormir. Las tiendas estarán divididas por una carpa para mujeres y hombres, familias y niños que viajan solos.
Aunque la CBP dijo que sus recursos se ven afectados por el aumento de migrantes que cruzan la frontera día a día y en el mes de marzo hubo 53 mil detenidos; en las próximas dos semanas, las nuevas tiendas podrían estar listas y funcionar hasta final del año, alcanzando los 37 millones de dólares.
Las criticas se desataron porque en el Paso, los migrantes que se encuentran en las tiendas de campaña, han declarado que se exponen al frío todos los días y la patrulla fronteriza los limita a una manta, confiscándoles sus abrigos.
Los funcionarios de la Patrulla Fronteriza se han negado a permitir que los medios de comunicación entren en las tiendas de campaña en El Paso.
También Nanette Barragán, representante estadounidense demócrata de California, visitó las tiendas a principios de este mes, y dijo que las condiciones eran “poco saludables“.
Por su parte, Norma Pimentel, directora ejecutiva de Caridades Católicas del Valle del Río Grande, comentó que las instalaciones estaban “abiertas y limpias” en el 2016, cuando Barack Obama aún era presidente.
