El éxodo migrante que ingresó a México el pasado 17 de enero continúa fragmentándose mientras avanzan por Oaxaca, lo cual pone al grupo en una situación de riesgo y peligro en la ruta que seguirán desde Tapanatepec al estado de Veracruz.
A través de un comunicado, el Colectivo de Observación y Monitoreo de Derechos Humanos en el Sureste Mexicano, dentro del primer grupo, el cual está conformado por unas 600 personas, se pueden observar a varias familias originarias de Honduras y El Salvador las cuales ya cuentan con la Tarjeta de Estancia por Razones Humanitarias.
Sin embargo, el colectivo señaló que durante el recorrido de este grupo se ha visto la ausencia de observadores internacionales, aún así reconocieron la presencia de la Policía Federal, Protección Civil y personal de la Secretaría de Salud de Chiapas.
“A diferencia del 2018, esta vez el apoyo de las comunidades (iglesias, grupos locales, etc.) en la ruta es significativamente menor, al igual que en Tapachula y Tecún Umán”, puntualizó el colectivo.
Comienzan las deportaciones
En este informe, el Colectivo de Observación y Monitoreo destacó que este lunes tuvieron lugar las primeras deportaciones.
“Se trataba de menores de edad que al iniciar el proceso de regularización de ERH en Suchiate, al parecer no contaban con el permiso de sus padres y fueron detenidos y deportados a Honduras y El Salvador”, informaron.
“La detención y pronta deportación de adolescentes no acompañados puede llegar a generar cuestionamientos sobre la falta de aplicación de medidas de protección en función del Interés Superior de la Niñez” resaltaron las asociaciones civiles en su comunicado.